En la etiqueta de muchas botellas de vino se puede leer un mensaje a veces desconocido para el consumidor: “contiene sulfitos”. Según la legislación europea, las bodegas están obligadas a especificar este mensaje en las etiquetas cuando las concentraciones de sulfitos son mayores a 10 miligramos por litro, ya que pueden provocar reacciones alérgicas y asma en personas sensibles.
Fuente : http://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-metodo-elect...