La ciencia y el arte no están tan distanciados como se cree a veces. Alberto Rojo alude a ello en su libro y personifica en sí mismo una estrecha cercanía: parte de sus horas las dedica a resolver problemas físico-matemáticos y, una cantidad semejante de tiempo, a componer música. Su próximo material buscará relatar ni más ni menos que la historia de la física.
Fuente : http://www.ctys.com.ar/index.php?idPage=20&idA...
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