Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión.
Escuela Técnica Superior de Ingeniería.
Universidad Pontificia de Comillas. En preparación hasta el 1.04.2006.
A lo largo del curso académico 2013-2014 tienen lugar tres conferencias en el Forum Deusto y tres sesiones del Seminario ofrecido por la Facultad de Teología de la Universidad de Deusto, Bilbao, a todos los profesores de la universidad. Se trata del ciclo “Dios y Religiones en la Era de la Ciencia”, cuya tercera sesión presenta la imagen del hombre en la ciencia y en la fe cristiana. El teísmo y el ateísmo dogmáticos creían poseer del universo un conocimiento cierto e incuestionable que respondía a la razón natural, a la ciencia y a la filosofía. Sin embargo, en la cultura moderna, la ciencia y la filosofía han influido de forma decisiva en la conciencia de vivir en un universo enigmático que nos instala en la incertidumbre metafísica. Por Javier Monserrat.
"Mientras más se alejan los hombres de Dios, más avanzan en el conocimiento de las religiones"[1] . Es posible que este aforismo de Cioran, extraño y sorprendente a primera vista, esté resultando bastante ajustado a nuestro devenir histórico. Parece que las religiones están ganando por goleada a Dios. Mientras la fe en éste decae, crece el interés por las religiones. Dios se convierte en problema, y las religiones parecen tomar un protagonismo social al margen.
En febrero de 2006 se publicó el primer artículo de “religiones” dentro de la revista digital Tendencias21. Desde esa fecha han visto la luz casi 500 artículos. La temática ha sido muy variada. Pero todos los trabajos apuntan a un objetivo: inventar (en sentido etimológico) las tendencias que muestran las diversas tradiciones religiosas (incluidas las espiritualidades) en los albores del siglo XXI. La lectura reposada de los índices de todos los artículos publicados permite iluminar el horizonte de las tendencias de las religiones en el marco de la sociedad del conocimiento.
Por lo que respecta a la inserción del islam en occidente y en el marco de un concierto internacional sostenible, su mayor reto tiene que ver con su posicionamiento sobre cuestiones jurídicas, es decir, sobre su capacidad de justificar religiosamente un islam desvinculado de la Ley islámica tradicional. Por supuesto, es posible la existencia (y existen efectivamente) musulmanes de mentalidad laica. No hay duda de la existencia de musulmanes que defienden la necesidad de modernización del islam. En España, la Junta Islámica organiza cada año un Congreso Feminista y se define a favor del matrimonio homosexual. El reto, sin embargo, es la justificación religiosa. Es decir, no es suficiente con pensar que el islam debería ser otra cosa sino pensar que el islam mismo pide ser reinterpretado de una manera diferente.
La historia de la filosofía muestra que el pensamiento racional ha sido muy crítico con las religiones. Sobre todo desde la Ilustración en el siglo XVIII en Europa, las tradiciones filosóficas y las tradiciones religiosas parecen haber ahondado en sus diferencias. Pero en estos momentos percibimos que el pensamiento filosófico se vuelve a interesar por las experiencias religiosas. Dos libros de reciente publicación sobre aspectos filosóficos en España (comentados en “Actualidad Bibliográfica”) pueden avanzar en el horizonte de las tendencias de las religiones.
Cada vez más el inmenso caudal de cultura oriental, especialmente la cultura india hinduista suscita admiración entre los intelectuales de occidente. Entre los cristianos alienta un deseo profundo de búsqueda de unidad entre todos aquellos que creen en Dios y orientan su existencia bajo un sentido religioso de la vida. Jesucristo no ha sido nunca un extraño en la India. Desde el primer siglo de nuestra era, el cristianismo ha estado presente en el subcontinente asiático, habiendo llegado allí quizás aún antes que al viejo continente. Comienza entonces un diálogo transcultural, todavía en curso y aún no cerrado.
La conciencia de la crisis moral de nuestro tiempo plantea cuestiones de inmediata urgencia si se trata de caminar hacia una sociedad más cercana a sus ideales de justicia. En este camino debe recuperarse el discurso de la modernidad, encontrando en él las bases de una fundamentación ética compartida que haga viable un orden social. Al mismo tiempo, las tradiciones religiosas disponen de un caudal de ideas e emociones que deben contribuir a construir un camino consensuado hacia la justicia y la ética.
La ciencia promueve una imagen del universo que lleva a la filosofía a reconocer la incertidumbre sobre la Verdad última. En la Era de la Ciencia, la deliberación sobre la cuestión metafísica deriva de la constatación del hecho del silencio-de-Dios. Esta deliberación puede llevar –dependiendo de la valoración y actitud personal de cada uno– al ateísmo y al teísmo, a la religión natural y al cristianismo. Estas cuestiones continuarán siendo abordadas en el ciclo “Dios y Religiones en la Era de la Ciencia”, cuyas sesiones segunda y tercera se celebran en febrero y abril en la Universidad de Deusto, Bilbao.
La poesía del escritor chino Lu Ji convoca una trascendencia simbólica, dando sentido a lo sentido. Lo que vemos en ella es la complicidad de los contrarios, posibilitada por la coimplicación lingüística de los opuestos. La poética de Federico García Lorca, por su parte, conlleva un aire oriental, no sólo del ámbito árabe o arábigo, sino también de la tradición india que aflora hasta R. Tagore, y del naturalismo de la tradición taoísta o del haiku japonés. Dos maneras de unir el cielo con la tierra. Por Andrés Ortiz Osés.