Uno de los principales retos a los que se tienen que enfrentar los directivos es compaginar la vida laboral con la vida personal. Según una encuesta de Deloitte, muchos ejecutivos no dudan en usar su posición para conseguirlo. Eso es, por lo menos, lo que opina la mayor parte de los 4.000 empleados encuestados. El estudio también apunta que, si los directivos fueran más honestos al respecto, tendrían una mayor comprensión y un compromiso más fuerte hacia sus subordinados. Para éstos, la honestidad contribuye a crear organizaciones basadas en los valores, que se han convertido en un elemento de retención de la mano de obra de primer orden.
Las incertidumbre económica, provocada en parte por el constante bombardeo de noticias negativas, está provocando que muchos clientes se sientan paralizados e incapaces de tomar decisiones y, por lo tanto, de comprar. Para muchas empresas esto no son buenas noticias, ya que dependen de las ventas para sobrevivir. Según un profesor de marketing y psicología de la Arizona State University, la única forma de sacar de la parálisis a los clientes en esta situación es usar los principios de persuasión, sobre todo los relacionados con el miedo que la gente tiene a perder y al hecho de que solemos seguir a la multitud en momentos de incertidumbre.
La estrategia de negocio de las empresas pasa, inevitablemente, por la innovación, según el 62% de los 601 directivos de Europa y Estados Unidos encuestados por Accenture. Pese a la importancia que se le da a la innovación, pocos ejecutivos consideran que los procesos de innovación se hagan con la velocidad y frecuencia adecuada. La fragmentación es otro de los problemas con los que se encuentra la innovación: el 48 % de los directivos entrevistados dijeron que su organización había múltiples personas para llevar a cabo los procesos de innovación. Los expertos de Accenture advierten que no basta con tener un compromiso con la innovación, sino que la energía debe focalizarse en que las nuevas ideas se conviertan, efectivamente, en productos o servicios comercializables.
Tener mucha y poca ansiedad tiene el mismo resultado, tanto en la empresa como en la vida: la parálisis. La ansiedad justa, sin embargo, tiene efectos muy beneficiosos. Eso es, por lo menos, la idea central del último libro del consultor Rober H Rosen. Para él, los directivos con la ansiedad justa saben moverse en la incertidumbre de un mercado y una economía totalmente cambiantes. Los directivos con este perfil se conocen a sí mismos, saben leer la dinámica del cambio, son expertos en moverse entre dos ideas contradictorias y tienen la habilidad para imprimir la ansiedad justa en su equipo humano para alcanzar los objetivos que la empresa se ha puesto.
Los directivos están obligados a tomar las decisiones necesarias para “cambiar de clima” y crear el ambiente adecuado que mejore el funcionamiento de las empresas, ya que cuatro de cada diez ejecutivos propician climas que desmoralizan a sus empleados. A esta conclusión llega un estudio llevado a cabo por la consultora Hay Group. El estudio, que recogió el comportamiento de 2.800 directivos de doce sectores diferentes en el Reino Unido, considera que es necesario un “cambio de clima” dentro de la empresa, sobre todo en un momento de incertidumbre económica como el que vivimos. Asimismo, identifica seis estilos de liderazgo diferentes y asegura que, cuantos más estilos el directivo sea capaz de usar, más fácilmente creará un ambiente adecuado.