En los últimos años, la creación de relaciones dentro y fuera de la empresa ha dejado paso a la creación de una reputación. Según un estudio de una profesora de la Escuela de Negocios de Noruega, los directivos se están olvidando de hacer una de sus principales funciones, que es la tejer relaciones. Gestionar la relación con los clientes (de lo que se encargan los directores de marketing) no es suficiente para las empresas hoy en día. Esta investigadora sostiene que es necesario construir redes de relaciones con todas las partes involucradas en la actividad de una organización (empleados, partners, proveedores…). Son estas relaciones las que impulsan la innovación o las que contribuyen a abrir mercado. Asimismo, considera que una de las recompensas de construir relaciones es, precisamente, la mejora de la reputación.