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Un nuevo concepto, la autoeficacia, ayuda a superar los errores

Este concepto permite aprender de los fallos y consolidarse en la dirección al superarlos


Detrás de un negocio exitoso hay siempre un error o un fracaso. Según los psicólogos, superar esos fracasos es lo que lleva finalmente al éxito. En concreto, el psicólogo de Stanford Albert Baudura llegó a la conclusión de que un concepto (creado por él) llamado “autoeficacia” es una herramienta que sirve para aprender de los errores y tener la fuerza para remontarlos. La autoeficacia es el sentimiento que albergamos respecto a nuestra habilidad para triunfar, y estaría presente en empresarios tan famosos como Henry Ford o Walt Disney. Según Baudura, la “habilidad de la eficacia” se puede adquirir en los diferentes procesos de dirección. Por Raúl Morales.


Raúl Morales
06/06/2008

Errar es de humanos, pero perseverar es la diferencia entre el éxito y lo mediocre. En el mundo de los negocios, algunos de los líderes que más han influido tienen en común la historia de un fracaso y de una perseverancia. Henry Ford y Walt Disney empezaron su andadura por el mundo de los negocios con sonados fracasos. Sin ir más lejos, Steve Jobs, el fundador de Apple, fue despedido por la persona que contrató para dirigir su empresa. Según los psicólogos detrás de estos hombres exitosos (además de los fracasos) está un rasgo llamado “autoeficacia”, una herramienta que les sirvió para remontar el vuelo después de esos fracasos.

Los psicólogos dicen que tales situaciones vividas por empresarios exitosos no se resuelven simplemente pensando que han aprendido de sus errores. Los fallos sirven más para informar que para desmoralizar, como apuntaba Albert Bandura, un profesor de la psicología de Stanford que en los 70 fue el pionero de la teoría cognitiva de la autoeficacia (el sentimiento que cada uno de nosotros tiene respecto a la habilidad para triunfar)

Según informa Business Week, la autoeficacia se relaciona con otros aspectos del “pensamiento positivo”, como la autoconfianza o la autoestima, pero sobre todo con la seguridad respecto a ser capaces de superar los obstáculos necesarios para llevar a buen puerto una tarea concreta. Cuando hay un fallo, las personas con una alta autoeficacia aprenden de sus errores y se consolidan resolviéndolos.

La autoeficacia

Durante las dos últimas décadas, el concepto de Bandura se ha aplicado a muchos campos, como la educación o el entrenamiento deportivo. A finales de los años 80, Bandura y Robert Word, de la Australian Graduate School of Management, llevaron a cabo un estudio que identificó la autoeficacia como una influencia muy poderosa en el funcionamiento de los ejecutivos. También llegaron a la conclusión de que la “habilidad de la eficacia” es un rasgo que se puede adquirir.

Trabajando con estudiantes de una escuela de negocios, Bandura y Woods midieron las habilidades directivas inherentes de un grupo de ellos y les pidieron que gestionaran una empresa simulada. Asimismo, en otro grupo midieron la capacidad para adaptarse y adquirir los conocimientos necesarios para alcanzar el éxito en esa simulación. Los estudiantes fueron instados a asignar tareas a una lista personal para conseguir un objetivo del modo más eficiente posible. Evidentemente, los investigadores eligieron una serie de objetivos inalcanzables para todos ellos para medir la fuerza y la disposición que mostraban los estudiantes ante la adversidad.

El resultado fue sorprendente. Aquellos que se sintieron libres para adaptarse y mejorar fueron los que más fuerza y eficacia mostraron en su gestión. De hecho, llevaron a la empresa de la simulación a las aspiraciones más altas. Su pensamiento analítico resultó ser más sistemático y su productividad organizativa mantuvo niveles altos.

Sin embargo, los estudiantes que creían que sus destrezas inherentes estaban siendo puestas a pruebas (y que por lo tanto tenían más miedo al fallar) se mostraron erráticos en sus decisiones tan pronto se toparon con dificultades. Fueron los responsables de que las aspiraciones de la compañía cayeran.

El mensaje de este experimento es claro: es muy importante la creencia en la propia eficacia para que alguien se mantenga firme ante una situación complicada. Asimismo, pone de manifiesto la fragilidad de la confianza directiva: puede desaparecer igual de rápidamente que se aprende.

Eficacia organizativa

Aunque para algunos directivos es crucial mantener un alto sentimiento de auto-eficacia, los más exitosos son aquellos que además muestran una gran “eficacia organizativa”. A esa conclusión ha llegado, en la misma línea de investigación, James Bohn, de la Universidad de Wisconsin.
Bohn ha descubierto en sus investigaciones que las empresas están mejor preparadas para superar un fallo o un error cuando su eficacia organizativa se apoya en tres pilares: un camino claro, rivales exitosos con los que compararse y líderes que den respuestas positivas. Y pone el ejemplo de General Electric (GE) ha tardado muy poco en dar por cerrada la tormenta de críticas que le han llovido a su primer ejecutivo, Jeffrey Immelt, por haber fallado en las predicciones que hizo respecto a los resultados del primer trimestre de este año. Evidentemente, este gigante sólo tiene que mirar su trayectoria para darse cuenta de que podría superar cualquier situación complicada porque ya lo han hecho otras muchas veces.

Todo el mundo sufre vacíos en su confianza. El predecesor de Immelt en GE, Jack Welch, tuvo un serio percance al principio de su carrera en la empresa. En 1963, Welch lideraba un grupo de investigadores que produjo una violenta explosión mientras experimentaba con productos químicos volátiles. Aunque nadie resulto seriamente herido, Welch afirma en su autobiografía que su confianza se derrumbó del mismo modo que lo hizo el edificio donde se hacían esas pruebas. Su director, lejos de castigarle, le dio una lección al sugerirle que se centrarse en aprender algo de ese triste incidente. “Cuando alguien comente errores, lo último que necesita es disciplina… El trabajo en este punto es rehacer la autoconfianza”, dice. El resultado fue el ya sabido: unos años más tarde llegó a ser el primer ejecutivo de GE.



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Tags : autoeficacia




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1.Publicado por Venegas el 17/06/2008 01:40
Hola, me gustó mucho haber leído acerca de los errores, y qué debemos hacer para aceptar la frustración.
Esto lo deberíamos tener todos en mente, pero ya es algo difícil, pues no todo el mundo tiene la capacidad de enfrentar ciertas situaciones que no son de su agrado.

Ahora es tarea de cada uno, no importa equivocarse pues a través de ese error aprendemos muchísimas cosas más.


Lo mismo hay que hacer con el pensamiento, pensar que todo saldrá bien, no derrumbarnos antes de tiempo.

Muchísimas gracias, bye!

2.Publicado por Francisco J Miralles el 01/08/2008 11:48
Hola! Buscando información sobre cursos de habilidades directivas les encontré.
Resulta que en mi empresa vamos a realizar un curso para ejecutivos de habilidades directivas de la mano de YellowStar formación corporativa SL (www.yellowstar.es). Mi empresa ya hizo un curso similar con esta empresa y les fueron muy bien, aunque yo aún no trabajaba allí.
Me gustaría saber si la conocen, su opinión o referencias que puedan tener.
Gracias de antemano y reciban un cordial saludo.

3.Publicado por grace el 07/03/2009 04:15
hola, leyendo tu theme pude darme cuenta de que es muy importante tener confianza en si mismo para poder desarrollar estrategias de auto-eficacia. Moreover, es muy importante creer en uno para completar las metas que uno tenga en mente. Tambien considero que en un salon de clases la auto-eficacia es importante cuando la persona tiene un segundo idioma y es dificil expresar sus pensanientos. Una de las metas que he tenido es poder comunicarme con las personas en differentes idiomas. However, has been difficult for me when I do not concepts and i do not have enough knowldege about the theme. Meanwhile if I keep reading or socializing with people, I would gain self-efficacy and motivation.

4.Publicado por Marta el 02/06/2017 12:41
Ni era un concepto nuevo (es de los 70),ni ayuda a superar los errores. La autoeficacia es un constructo neutro, ni ayuda ni deja de ayudar, es una valoración que hacemos sobre cómo de eficaces somos. Si esa valoración es muy positiva, seguramente nos atrevamos a hacer cosas nuevas o a mejorar otra. Si es muy baja, no nos atreveremos. Todos tenemos expectativas de autoeficacia como tenemos autoconcepto (una idea general de cómo somos), autoestima (una valoración afectiva sobre nosotros mismos), pero por el mero hecho de tenerlos no ayudan, ayudan si nos hacen creer que tenemos potencial para hacer las cosas bien, que nos merecemos las cosas, etc.. Por último, los conceptos no nos ayudan. La autoeficacia es un conjuntos de creencias sobre la capacidad de uno mismo. Decir que un concepto nos ayuda es como decir que leyendo un libro voy a desarrollar flexibilidad y adaptabilidad. Una burrada. La escritura profesional requiere de unas capacidades analiticas que no tienes, y tampoco tienes suficiente prudencia como para no escribir de aquello que no entiendes.

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