Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión.
Escuela Técnica Superior de Ingeniería.
Universidad Pontificia de Comillas. En preparación hasta el 1.04.2006.
Acaba de salir la segunda edición del libro "Los científicos y Dios” de Antonio Fernández Rañada, en la Editorial Trotta, que mejora sustancialmente la primera, en su objetivo de "poner de manifiesto la notoria falsedad del estereotipo de que los científicos se oponen radicalmente a la experiencia religiosa". Este enfoque ha sido reforzado por el interés creciente de la cultura actual por temas religiosos –afirma el autor en la introducción–, dada la insatisfacción que produce en círculos científicos el reduccionismo a ultranza, y por el auge del posmodernismo en el dominio de lo no racional. Por estas y otras muchas razones el tema se ha desplazado, sin moverse, al centro del interés bibliográfico. A pesar de la multitud de aspectos que se presentan en el libro, proponemos unas lineas directrices que presentamos como claves para entender las razones filosóficas que subyacen al diálogo ciencia-religión.
El escritor Michael Shermer revisa en un artículo de Scientific American el concepto de Dios a partir de las ideas que plantea el último libro del biólogo norteamericano Stuart Kauffman. En su libro, Kauffman reclama la existencia de un Dios completamente natural, que explicaría la incesante creatividad de los sistemas que componen el universo, en los niveles de mayor complejidad. El reduccionismo, que permite conocer las partes que componen cualquier entidad, no alcanza a explicar la auto-organización de dichas entidades, señala. Y Dios sería tan sólo el nombre para aquello que escapa a las leyes físicas, añade.
De 18 a 22 de julio tiene lugar en Barcelona la Feria Europea de la Ciencia (ESOF2008). Esta Feria es organizada cada dos años por la Sociedad Europea de la Ciencia (Euroscience) y tiene por objetivo la presentación ante la sociedad del estado de la ciencia europea en sus diversos campos. Su objetivo primario es, pues, fomentar la interacción ciencia-sociedad. El proyecto Sophia Iberia in Europe presenta en esta Feria una scientific session sobre el tema “Mind, human perception and social evolution” al que están invitados como ponentes Steven Rose, Andreas Bartels y Silke Paulmann. La cuestión que centra este debate es de si es posible una explicación de los sistemas perceptivos sin “sujeto psíquico”, sin las personas que nos sentimos abiertas a la indeterminación, a la libertad, a lo impredictible y a lo creativo, a los valores, a las disposiciones valorativas y a las emociones.
La Universidad católica de Villanova, en Pensilvania, organiza el próximo otoño el “Año de Mendel”, con la finalidad de dar a conocer la figura del padre de la genética moderna y demostrar que ciencia y religión no tienen por qué contradecirse, tal y como el propio Mendel demostró con su vida. Su legado no deja lugar a dudas de la posibilidad de conciliación de espiritualidad y conocimiento científico, según los organizadores, ya que el investigador puso la misma pasión tanto en su innovadora búsqueda en la investigación genética como en sus estudios religiosos.
“Nueva Conciencia” es la denominación que gran parte de los participantes en la corriente conocida comunmente como “Nueva Era” o “New Age” prefieren aplicarle. Con independencia de las reservas que se mantengan hacia ella, es de simple justicia destacar que dicha corriente está desplegando actualmente una creatividad notable, y que la calidad y profundidad de las aportaciones del núcleo de intelectuales de orientación transdisciplinar que son sus principales teóricos, va en claro aumento. Este dato de fondo puede explicar, en parte al menos, la creciente influencia de este movimiento.
La llamada neuroteología o neurología mística o religiosa (estudiada en España, entre otros muchos, por neurólogos como F. J. Rubia o Francisco Mora) es hoy una temática científica que responde a evidencias objetivas y no tiene nada que ver con todo aquello que pudiéramos calificar en general como “esotérico”. Evidencias científico-neurológicas permiten constatar que las representaciones y emociones religiosas (y, más ampliamente, conectadas con lo metafísico, lo filosófico, lo cósmico …) se producen neuronalmente por actiavción de ciertas localizaciones corticales precisas entre los lóbulos frontales, temporales y el sistema límbico. Hoy en día se han buscado incluso las bases genéticas que estarían en la raíz evolutiva de los comportamientos religiosos. En todo caso, lo que estos hechos neurológicos, e incluso genéticos, muestran, es que lo religioso ha sido y sigue siendo un importante factor que inevitablemente se plantea siempre en la vida, acabando por aflorar, y obligándonos a tomar ante el una decisión personal.
El problema del mal en el mundo considerando que hay un Dios supuestamente omnipotente y benevolente resulta difícil de afrontar. La paradoja es antiquísima pero, en la actualidad, ha sido revisada en algunos medios especializados. Los creyentes buscan ahora sus respuestas en la ciencia, en las inabarcables razones del Creador o en el karma, por ejemplo. Sin embargo, siguen sin encontrar una solución que convenza a los no creyentes y los sustraiga a su pesimismo laico: para ellos, las evidencias del inmenso dolor del ser humano, e incluso de los animales de la Tierra, no dejan lugar a dudas.
El escritor Paul E. Dinter reflexiona en la revista The Global Spiral acerca de las consideraciones científicas sobre el alma, a raíz de los últimos descubrimientos de la neurología. Para Dinter, hay que reconsiderar la identidad humana a través del diálogo entre religión y ciencia, pero para ello es necesario encontrar un punto de partida común. Desde la ciencia, Dintel propone la perspectiva de que ningún todo es igual a la suma exacta de sus partes. Desde la religión, sugiere la consideración del deseo de conocer, que parece surgir de manera natural de nuestra identidad, sea cual sea el sustrato biológico de la conciencia. Para Dinter, la fe debe continuar buscando la comprensión de la realidad dialogando con los científicos, con el fin de mantener viva su propia visión del mundo. Por Yaiza Martínez.
El hecho de que el cerebro tenga la capacidad funcional de producir la experiencia espiritual no niega el significado de dicha experiencia espiritual, declara el genetista y director del Proyecto Genoma Humano, Francis Collins, en la siguiente entrevista concedida al Pew Forum on Religion & Public Life. Collins, además cristiano evangélico, considera que, a pesar de que la teoría de la evolución tiene ya 150 años, una educación insuficiente y el miedo a que el concepto religioso de la creación desaparezca, hacen que la mayoría de la población estadounidense no lo acepte. La solución pasa por frenar la batalla actual entre científicos y religiosos radicales y abrir paso a las mentes abiertas. De esta forma, los conceptos de la ciencia se extenderían y dejarían de parecer una amenaza.