Las empresas suelen hacer sus selecciones de personal mediante varias entrevistas. Según la experta en inteligencia emocional Adele Lynn, es mejor primar la calidad sobre la cantidad. Se refiere a que los directivos deben mejorar las entrevistas que llevan a cabo midiendo la inteligencia emocional de los candidatos a un puesto determinado. En concreto, aconseja que se tengan en cuenta tres aspectos: su capacidad de autoconocimiento, su capacidad para “leer” a los demás y para reconocer el impacto que tienen sus comportamientos y, finalmente, su capacidad para aprender. Asimismo, la autora advierte que los directivos también están en la obligación de medir y aplicar esos rasgos en ellos mismos para desempeñar bien su función.