Cátedra de Ciencia, Tecnología y Religión.
Escuela Técnica Superior de Ingeniería.
Universidad Pontificia de Comillas. En preparación hasta el 1.04.2006.
Los resultados de la encuesta ARIS 2008 han revelado que la población de fe católica norteamericana se ha ido trasladando del noreste al suroeste del país, mientras que la población secular continúa ganando fuerza en todas las regiones. Por otro lado, la identificación religiosa de los estadounidenses sigue siendo predominantemente cristiana, a pesar de que se ha constatado una reducción en el número de cristianos con respecto a encuestas anteriores. Asimismo, los norteamericanos rechazan cada vez más la religión organizada, y en un 70% afirma creer en un “dios personal”. ARIS 2008 apunta por último a un importante papel del fenómeno de la inmigración en la reorganización del esquema religioso norteamericano. El mismo fenómeno también estaría afectando a Europa, aunque de otra manera.
El astrofisico Mario Livio, autor de diversas obras, acaba de publicar el libro Is God a Mathematician? (¿Es Dios un matemático?), en el que trata de dar respuesta a una importante cuestión: ¿existen leyes matemáticas en la Naturaleza o, por el contrario, es nuestro cerebro el que las crea? A lo largo de la historia se ha intentado resolver este enigma, tal y como demuestra el autor en una revisión histórica que va desde Platón hasta la teoría del multiverso. Livio, por su parte, propone distinguir entre descubrimiento e invención: por un lado, hay conceptos matemáticos que han sido inventados pero, por otro, las matemáticas reflejarían una parte de las propiedades de la Naturaleza. En cuanto a Dios, y a pesar del título del libro, el autor señala que las matemáticas hace tiempo que han dejado de buscar su demostración, aunque no renuncian al concepto de infinito.
Charles Darwin es una de esas figuras a las que hay que referirse obligadamente cuando hablamos del supuesto conflicto ciencia-fe. Si bien es verdad que Darwin por no pertenecer a la Iglesia católica no tuvo conflictos institucionales con ella, pero como hijo de la Iglesia de Inglaterra padeció, en parte, el rechazo de ésta. Charles Darwin sufrió la tensión y la crisis en su propia carne desde muy joven hasta el final de sus días, como podemos ver por sus propios escritos, sin poder llegar, aunque lo pretendió, a un pacífico diálogo interior. Debemos tener en cuenta también que la figura de Darwin y lo que enseguida vino a llamarse el "darwinismo" se enarbolaron como banderín de enganche del ateísmo científico del siglo XIX. Pero, ¿fue realmente Darwin un "darwinista"? ¿Participó activamente en su vida del movimiento "darwinista?
La BBC ha emitido recientemente varios programas de radio en los que se analiza el desarrollo científico en los Estados musulmanes. La labor de los científicos árabes en el periodo entre los siglos IX y XIII marcó el desarrollo de la ciencia hasta nuestros días. ¿Qué sucede actualmente con la ciencia en estos países? ¿Qué se puede esperar en el futuro? El panorama general apunta a un aspecto positivo: el aumento gradual de las inversiones en investigación y desarrollo. Y también a un aspecto negativo: la limitación de los científicos para avanzar, por las atmósferas represoras de sus países y por el exceso de violencia que sufren muchos de éstos.
Adam Frank, astrofísico de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, ha publicado un libro titulado The Constant Fire: Beyond the Science vs. Religion Debate, en el que se da un giro de 180º a la discusión entre ciencia y religión. Según Frank, la coexistencia de ciencia y religión no sólo es posible sino necesaria, porque ambas son propósitos sagrados que, solamente unidas, podrán servir al interés común: superar todos los desafíos a los que en la actualidad se enfrenta el ser humano. Pero, para conseguir que cooperen para tal fin, sería necesaria una lectura menos literal de los mitos de las religiones particulares y, desde el punto de vista de la ciencia, se debería comprender que existe un logos en la construcción de los mitos, y que éstos responden a las mismas cuestiones de la ciencia, pero a un nivel mucho más profundo, el nivel mítico.
Con motivo del bicentenario del nacimiento de Charles Darwin, la web del Pew Forum on Religion & Public Life de Estados Unidos publica un dossier sobre el estado de la teoría de la evolución en la sociedad norteamericana. Señala que, 150 años después de la aparición de “El origen de las especies”, el debate entre creacionismo y evolución sigue vivo, incluso más intensamente que en otras épocas. Pero, donde más extendido está es en el sector de la enseñanza: más de la mitad de los estados de Estados Unidos se ha cuestionado cómo debe enseñarse la evolución en las escuelas públicas. Las alternativas educativas presentadas son diversas y van desde la enseñanza del creacionoismo o del diseño inteligente hasta la crítica de los preceptos darwinianos. Al debate le quedan aún muchos años.
Hace más de un siglo que la física comenzó a cuestionar la naturaleza corpuscular de la materia. El nacimiento de la física cuántica abrió nuevos horizontes científico-filosóficos con una novedosa visión de la materia. Cada intento por escudriñar el último rincón profundo de la materia para encontrar un último reducto corpuscular abre nuevas empresas que cuestionan la idea de partícula elemental. Actualmente los conceptos de la Teoría Cuántica de Campos se ordenan en una nueva interpretación de la materia con mayor énfasis en su naturaleza campal. El descubrimiento del quinto estado de la materia y otros fenómenos de macrocoherencia cuántica son evidencias empíricas de un comportamiento coordinado de la materia con importantes consecuencias para una futura neurología cuántica de la mente.
La neuroteología es una nueva rama de la ciencia que promete interesantes descubrimientos. Desarrollada gracias a las últimas tecnologías, que permiten explorar la actividad del cerebro en pleno funcionamiento, ha demostrado, por ejemplo, que la meditación y la oración pueden modificar la estructura del cerebro. El psicólogo Charles Zeiders ha publicado en la revista The Global Spiral un artículo en el que repasa la historia de la neuroteología y le augura un futuro prometedor: esta ciencia demostrará que la meditación y la oración mejoran la capacidad del cerebro para oponerse a los procesos de enfermedad o que podrían invertir la degradación del cerebro, propia de la edad.
Fiorenzo Facchini, sacerdote y catedrático de biología en la universidad de Bolonia, aportó en el año 2006 un artículo en l´Osservatore Romano que fue considerado por muchos una exposición del punto de vista del Vaticano sobre la polémica, entonces en su punto más álgido, sobre la evolución y el cristianismo. Esta polémica no ha perdido actualidad –como comprobamos en el reciente libro de Dawkins en que su argumentación a favor del ateísmo se funda en la sorprendente afirmación de que el cristianismo no puede aceptar ni acepta el darwinismo–. Por ello, la lectura del artículo de Facchini ofrece, visto desde hoy, una documentación importante que sin duda no ha perdido actualidad.