En un país, como Estados Unidos, en el que gran parte del gasto de salud pública es asumido por las empresas en forma de incentivos y complementos salariales para sus empleados, un nuevo estudio ha descubierto que, a pesar de no conocerse aún el futuro de la reforma sanitaria del presidente Obama, el ánimo de inversión de los empresarios para mejorar la salud de los trabajadores y la productividad, y para reducir los costos del cuidado de la salud, continúa creciendo. En una encuesta que incluyó a casi seiscientas organizaciones (más de diez millones de empleados), el 65% de los directivos afirma estar invirtiendo en estrategias para mejorar la salud de los trabajadores y el 80% expresó que planea enfocarse en ello en los próximos tres a cinco años.