Una investigación realizada con los registros de 6.000 personas finlandesas nacidas entre 1760 y 1849 ha podido determinar que la selección natural y sexual sigue teniendo lugar en nuestra especie y que por lo tanto la humanidad continúa evolucionando, al igual que las demás especies. La selección natural afecta tanto a personas ricas y pobres, en la misma medida.
Una nueva investigación ha determinado que una de las causas más importantes del deshielo de la Antártida son las corrientes cálidas oceánicas, que descongelan la parte inferior de las extensiones flotantes de las capas de hielo. Los vientos de la Antártida se han modificado debido a los cambios en el clima, afectando a la fuerza y dirección de las corrientes oceánicas. Como resultado, se canaliza agua cálida por debajo del hielo flotante.
Los humedales son unos de los ecosistemas más productivos que existen en el planeta, no obstante, la acción humana destruyó aproximadamente la mitad de su extensión mundial a lo largo del siglo XX. Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela que estas formaciones degradadas tardan una media mínima de 30 años en recuperar su estructura y funcionamiento.
La sonda europea Mars Express, después de cinco años de observaciones, ha arrojado datos suficientes como para conocer la historia de la actividad volcánica de Marte. La alta densidad de los volcanes indica que están formados por rocas basálticas, resultado que concuerda con la composición de los meteoritos procedentes de Marte que alcanzan la superficie terrestre. Estos resultados muestran que los datos sobre el interior de Marte son fundamentales para comprender la evolución del Planeta Rojo.
Las prácticas agrícolas se expandieron por el viejo continente gracias a la migración de los antiguos europeos del sur a regiones las del norte. Así lo demuestra un estudio genético de restos humanos de hace 5.000 años en Suecia. Las sociedades cazadoras-recolectoras y agrícolas se mezclaron dando lugar al genoma europeo actual.
Un reciente estudio desarrollado por un grupo de científicos australianos, estadounidenses y europeos, y en el que ha participado la Universidad de Valladolid y el INIA, ha establecido que el llamado reloj biológico no es exclusivo de los seres humanos, sino que también lo tienen los ecosistemas.
Los últimos descubrimientos de planetas similares a la Tierra, en cuanto a tamaño y cercanía a una estrella, han avivado las expectativas de científicos y del público general de encontrar vida extraterrestre. Sin embargo, estas esperanzas podrían estar más basadas en el optimismo y el anhelo que en las evidencias científicas, sugiere un reciente análisis estadístico realizado por científicos de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos. Según los investigadores, sus resultados revelan que la aparición de la vida en la Tierra no sería extrapolable, en términos probabilísticos, a otros planetas.
Investigadores del ICP han hecho públicas las primeras evidencias que apoyan una teoría evolutiva del envejecimiento, según la cual las especies que evolucionan en ecosistemas con baja mortalidad y con una limitación de recursos tienden a ser más longevas. Un paradigma de estos ambientes son las islas. El hallazgo fue realizado a partir de registros fósiles.
Una investigación del CSIC ha desvelado el mecanismo genético que produce las flores de los gisantes. Según los resultados del estudio, el gen “VEGETATIVE1” sería el responsable de la formación de las estructuras florales en esta especie vegetal. El hallazgo podría tener aplicaciones en el sector agronómico para mejorar el rendimiento de los cultivos.
Desde un punto de vista anatómico, al ojo normal y no patológico se le conoce como ojo emétrope, y ha sido muy poco estudiado hasta ahora en comparación al miope y el hipermétrope. Los resultados de una investigación realizada recientemente al respecto por especialistas de la Universidad de Valencia han demostrado que las mujeres emétropes sanas tienen un diámetro pupilar mayor que el de los hombres.