Científicos de la Universidad de Wisconsin han identificado la zona del cerebro donde se origina la consciencia y abierto la posibilidad de estimularla eléctricamente para recuperar a personas en estado de coma.
El cerebro almacena información como lo hace el formato MP3 de archivos musicales: filtra la información sensorial según su frecuencia par archivar solo lo más relevante sin disminuir la calidad del fichero.
La mera cercanía del teléfono móvil afecta a nuestro pensamiento: mientras más lo usamos, disponemos de mejores habilidades mentales y nuestra mente divaga menos cuando nos ponemos a pensar. No sabemos si un libro tendría el mismo efecto.
Humanos y ratones compartimos la capacidad de inferencia: ambas especies pueden descubrir el sentido oculto de una premisa mediante el razonamiento deductivo. Aunque los humanos tardamos menos.
Nuestras habilidades motoras dependen de la interacción entre neuronas que hablan entre sí para recuperar recuerdos antiguos y posibilitar que nos amarremos los cordones de los zapatos o volvamos a montar en bici después de muchos años.
Las mutaciones genéticas que conducen al cáncer ocurren décadas antes de que el tumor se manifieste. Un mapa de las mutaciones genéticas que provocan hasta 38 tipos de cáncer permitirá una detección temprana y tratamientos que eviten el desarrollo del tumor.
El cerebro humano se reconfigura durante la adolescencia: crea nuevas redes neuronales para potenciar las habilidades sociales y cognitivas y preparar el metabolismo para la edad adulta.
Investigadores europeos han desarrollado un antivirus de amplio espectro utilizando derivados naturales de la glucosa: atraen a los virus y los desactivan por simple contacto. Podría neutralizar al coronavirus chino.
El creacionismo, el terraplanismo, el autoritarismo y el racismo tienen un sustrato genético común que explica los pensamientos sobre el aborto, la pena de muerte, el control de natalidad, el matrimonio homosexual o la superioridad del hombre blanco.
El coronavirus ‘WH-CoV-2019’ tiene el potencial de devastar al mundo, pero hay fármacos capaces de inhibir la replicación de retrovirus y en cuestión de meses podemos desarrollar una vacuna.