La calidad del liderazgo en las empresas estadounidenses es pobre y no mejora, revelan nuevas investigaciones. Por otro lado, los directivos están sofocando la creatividad y la innovación, por la tendencia a frenar nuevas formas de negocio derivada de su temor a correr riesgos en época de crisis.
En pleno siglo XXI, todavía se debe hablar de discriminación laboral hacia las mujeres, a pesar de que la incorporación de éstas en el mercado y en las direcciones de grandes empresas es un hecho cada vez más extendido. Según los resultados de un estudio publicado por la encuestadora The Catalyst, aunque actualmente las mujeres constituyen casi la mitad de la fuerza laboral de Estados Unidos, siguen enfrentándose a un entorno hostil que se resiste a seguir sus directrices.
A medida que las empresas reducen elnúmero de contrataciones, el lugar de trabajo para muchos trabajadores se aleja de las oficinas para instalarse en los hogares, dando lugar a una mayor cantidad de “trabajo en solitario”. Según un estudio de WorldatWork, entre 2008 y 2010 el porcentaje de americanos que trabajaba desde sus hogares aumentó un 12%, una situación que ha sido analizada por varios expertos. Por Iván Abreu Anaya.
Las compañías que han empezado a contratar de nuevo ante lo que parece una leve recuperación de la recesión se encuentran frente a un nuevo conflicto: cómo gestionar a los candidatos demasiado cualificados para los puestos ofertados, entre los que asisten a sus entrevistas de trabajo. Lo más común es cerrar las puertas a dichos solicitantes. Sin embargo, nuevas investigaciones sobre el éxito de este tipo de candidatos en puestos poco valorados podrían modificar esta tendencia.
Los beneficios que las compañías daban a sus trabajadores (vehículos de empresa, vacaciones, espacios reservados de aparcamiento, etc.) han ido desapareciendo en muchas empresas del mundo con la llegada del “tiempo de austeridad” ocasionado por la crisis. La prioridad ahora es recortar gastos y disminuir los beneficios de la fuerza laboral.