Navarra se convierte en referente del 'slow tourism' en España

La contemplación de espacios naturales únicos y el contacto con los mismos, así como el desarrollo de diferentes actividades orientadas a desconectarse de la realidad cotidiana, son el sello que identifica a las propuestas de la región española de Navarra.

Gracias a sus características, esta zona busca convertirse en referente del denominado slow tourism en España, con alrededor de un 60% de sus visitantes orientados a esta clase de prácticas.

Según una nota de prensa de la Oficina de Turismo del Gobierno de Navarra, las últimas encuestas realizadas indican que un 32% de los turistas llegan a esta región para descansar y que otro 24% elige la zona para desconectarse del día a día. De esta forma, casi un 60% de los visitantes (exactamente un 56%) busca Navarra para desarrollar actividades turísticas orientadas al llamado slow tourism.

Por otro lado, prácticamente el 50% del territorio navarro se encuentra relacionado con alguna clase de espacio natural, incluyendo zonas protegidas, reservas o vías verdes. De esta forma, Navarra se transforma en una región ideal para todos los turistas amantes de la filosofía del slow tourism.

En este tipo de turismo se privilegia el contacto con el paisaje y su vivencia profunda, con actividades deportivas en el medio natural o el desarrollo de prácticas culturales ligadas directamente con la identidad de la zona, como en este caso fiestas o eventos relacionados con las tradiciones o la gastronomía de Navarra.

Exploración y experiencias directas

Siguiendo los preceptos del slow tourism indicados en la página web slowmovement.com, es importante remarcar que esta especialidad turística se centra en la exploración lenta y minuciosa de la zona que se visita, como un verdadero proceso de inmersión en el área.

La mayoría de estos viajeros comienza explorando la región en la zona cercana a su lugar de alojamiento, algo que puede hacerse fácilmente a pie. A continuación se visitan los sectores localizados a pocos kilómetros, un recorrido que habitualmente se concreta en bicicleta. Si hay tiempo, los viajeros completan su exploración en los alrededores o aledaños, mayormente en tren o en coche de alquiler.

Por otra parte, la orientación del slow tourism se diferencia profundamente del turismo convencional, alejándose de los tradicionales itinerarios o guías con tiempos estrictos. El propósito es evadir cualquier tipo de presión durante el viaje, permitiendo que el turista hable con la gente del lugar y descubra los puntos de interés desde su propia perspectiva.

Precisamente Navarra dispone del entorno ideal para este tipo de turismo alternativo, contando con más de 750 alojamientos de calidad localizados en entornos naturales, parques de aventura, circuitos de cicloturismo y extensos caminos para pasear a caballo, entre muchos otros espacios similares.

Paisajes para todos los gustos

Buscando aprovechar todas sus ventajas con relación al slow tourism, la administración de Navarra presentó en FITUR 2013 la llamada “Ruta de los Paisajes”, un recorrido por entornos naturales que se estructura a partir de dos elementos o tópicos centrales: el agua y los miradores. Esta ruta estará completamente señalizada para la primavera europea.

Agrupa una serie de puntos de especial interés escénico, paisajístico-natural y estético de la región de Navarra, a través de los cuales el turista puede conocer y experimentar en directo los principales atractivos de la zona desde esta perspectiva. La “Ruta de los Paisajes” incluye 15 hitos ubicados en todo el territorio navarro.

Es así que en la zona de los Pirineos se podrán apreciar la cascada de Xorroxin, el mirador de Ariztokia, el macizo de Larra y el Valle de Belagua. En la Comarca de Pamplona, en tanto, forma parte del recorrido el Paseo Fluvial del Arga, un gran espacio verde que conjuga agua y vegetación y que además cuenta con un Museo de Educación Medioambiental.

Continuando con los hitos que conforman esta ruta, en el sector central de Navarra destaca el Balcón de Pilatos, un mirador localizado en la Sierra de Urbasa, dentro de la reserva natural del Nacedero del Urederra. En el área de la Ribera, en tanto, el Parque de las Bardenas Reales ofrece un singular paisaje semidesértico combinado con espacios de abundante vegetación.