KRABI
De Krabi se dice que es una de las provincias de mar más bonitas de Tailandia. Situado en la costa de Andamán al sur de Tailandia, Krabi es una región de archipiélagos laberínticos y un santuario de vida salvaje. Las innumerables bahías en Krabi han abrigado a piratas, comerciantes y gitanos del mar durante miles de años y hay evidencias arqueológicas de hace 25.000 o 35.000 años. Con aguas termales, cuevas marinas, arrecifes de coral, peces exóticos, acantilados de piedra caliza que atraen a amantes de la escalada de todo el mundo y dos parques nacionales, el día se cierra con las consideradas mejores puestas de sol de Tailandia. Merecen ser disfrutadas tomándose una copa en un bar o cenando en un restaurante al borde del mar.
RAILAY
RAILAY
Situado en la costa oeste, en el mar de Andamán, Railay es una península solo accesible por mar. Sus aguas son muy buenas para el submarinismo y el buceo. Otra alternativa es la escalada. Y para los que deseen disfrutar del “dolce far niente” se recomienda ir caminando hasta la playa de Phra Nang para contemplar las primeras luces del día. Después un baño, una buena comida y una siesta. Y, ya recuperados, al atardecer ir al borde del mar a ver la puesta de sol, cenar un pescado a la brasa y disfrutar del ambientillo nocturno.
EL RAYAVADEE
Situado en Railay, en el limite del Krabi Marine National Park, el Hotel Rayavadee miembro de The Leading Hotels of the World es uno de los resorts más lujosos del sur de Tailandia y sin duda uno de los más exclusivos por su ubicación. Baste decir que se extiende por 11 hectáreas de naturaleza. Con singulares montañas, jungla y mar. Y con acceso directo a tres playas a cual más bella. A todo ello se une un enorme respeto por el medio ambiente con el que convive en armonía. Una armonía que se manifiesta en la forma que sus 96 pabellones de dos niveles y 5 lujosas villas se integran con la naturaleza. Y que le ha merecido el reconocimiento de varios premios.
El propio Hotel se encarga de recogerte en el aeropuerto y llevarte por tierra y por mar hasta su enclave. Donde te espera una magnifica recepción de bienvenida. Una vez ya dentro los huéspedes disponen de un ágil servicio de transporte interno.
Los clientes tienen la opción de visitar las islas próximas o de quedarse a disfrutar de las instalaciones. En este caso puede optar por relajarse en su spa, ver el atardecer en su piscina infinita.
EL RAYAVADEE
Situado en Railay, en el limite del Krabi Marine National Park, el Hotel Rayavadee miembro de The Leading Hotels of the World es uno de los resorts más lujosos del sur de Tailandia y sin duda uno de los más exclusivos por su ubicación. Baste decir que se extiende por 11 hectáreas de naturaleza. Con singulares montañas, jungla y mar. Y con acceso directo a tres playas a cual más bella. A todo ello se une un enorme respeto por el medio ambiente con el que convive en armonía. Una armonía que se manifiesta en la forma que sus 96 pabellones de dos niveles y 5 lujosas villas se integran con la naturaleza. Y que le ha merecido el reconocimiento de varios premios.
El propio Hotel se encarga de recogerte en el aeropuerto y llevarte por tierra y por mar hasta su enclave. Donde te espera una magnifica recepción de bienvenida. Una vez ya dentro los huéspedes disponen de un ágil servicio de transporte interno.
Los clientes tienen la opción de visitar las islas próximas o de quedarse a disfrutar de las instalaciones. En este caso puede optar por relajarse en su spa, ver el atardecer en su piscina infinita.
Disfrutar de la gastronomía en uno de sus restaurantes cuyas cocinas van desde la internacional a la asiática, tanto la tradicional como la light. Uno de ellos The Grotto está ubicado al borde del mar junto a un acantilado en una gruta natural He de decir que estuve en varios de ellos y doy fe del talento de sus chefs.
He de decir que a lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de estar en 32 países y de visitar bellos parajes y residir también en buenos hoteles. Pero pocas veces he tenido ambas cosas tan bien conjuntadas como las tuve esos tres días en el Rayavadee.
Podría estar hablando un buen rato de sus virtudes pero creo que es mejor que las imágenes de estas fotos se expresen solas.
Terminados los 3 días sin que apenas me diera cuenta, el transfer del hotel me dejó de vuelta en el muelle del puerto. Allí me vino a buscar el transporte de ETC Travel que me llevó al aeropuerto de Phuket donde embarqué en el vuelo de Emirates de regreso a Madrid.
3. El después:
Toda experiencia deja rastro en uno. Este viaje a Tailandia y a Camboya con más motivo. Pero esta parte del viaje es la más difícil de contar, porque, en realidad, uno no sabe realmente en qué medida le afectan y enriquecen las experiencias vividas. Y sin embargo el legado que nos deja un viaje una vez terminado es su valor real.
Ver otras culturas y tratar con otra gente diferente nos abre la mente y amplia nuestros límites. Es la diferencia la que enriquece, nos ayuda a cambiar y nos redefine. Con un poco de suerte nos hace algo mejores. Uno de los avances de nuestra civilización es que ha cambiado las fronteras por el turismo.