La edad promedio de muerte en el mundo subió de 46,7 años a 59,3, entre 1990 y 2013, según estudio realizado por científicos de todo el mundo. La esperanza de vida subió, a su vez, de 65,3 a 71,5 años. Las enfermedades cardiovasculares e infeciosas se han reducido, mientras que han aumentado las endocrinas y renales.