Un estudio sobre la salud de 172.000 mujeres británicas, durante más de 30 años, concluye que la ingesta habitual de té y de cítricos está relacionada con un menor riesgo de cáncer de ovario. Así lo reflejan investigadoras de la Universidad de Anglia del Este (Inglaterra), que consideran que pequeños cambios en la dieta pueden producir ese beneficio.