Los turistas optan cada vez más por alquilar vivienda para las vacaciones

El segmento del alquiler vacacional registra un alza permanente en el último lustro en España. Distintos factores como el precio, la posibilidad de alquilar directamente a los propietarios por Internet o nuevas tendencias sociales empujan este fenómeno, que por otro lado ha abierto nuevos conflictos entre los diferentes actores de la industria turística.
 
De acuerdo a un artículo publicado recientemente en el medio especializado hosteltur.com, que recoge cifras del IET (Instituto de Estudios Turísticos), en 2007 el 7,5% del total de turistas extranjeros eligió viviendas alquiladas para su estadía, o sea 4,37 millones de personas.
 
En tanto, en 2011 se vivió un incremento del 14,8% y en 2012 del 8,7%. En consecuencia, 5,78 millones de turistas provenientes del extranjero utilizaron viviendas de alquiler durante el año pasado. Esto significa que en 2012 uno de cada diez visitantes foráneos eligió esa opción.
 
Aunque los porcentajes no parecen tan significativos a simple vista, son muy importantes en un mercado históricamente dominado por los hoteles. El alza de las viviendas turísticas de alquiler se hace evidente en las plazas dedicadas al segmento sol y playa, aunque también tiene incidencia en los sectores rurales. 

Las causas del fenómeno
 
Un artículo publicado en elmundo.es también resalta otros porcentajes que se advierten en la última encuesta Frontur del IET, correspondiente a julio de este año: el aumento en el alquiler vacacional llegó al 2,1% en ese mes con relación a julio de 2012, mientras que en todo el primer semestre se concretó un crecimiento interanual del 12,9%.
 
Teniendo en cuenta estas cifras y las correspondientes al período 2007-2012 indicadas anteriormente, todo parece indicar que el aumento en la demanda de viviendas turísticas de alquiler tenderá a intensificarse aún más durante este año. ¿Cuáles son las principales razones de esta tendencia que se advierte en el mercado turístico español?
 
Un primer condicionante son los precios, que resultan más económicos con respecto al alojamiento en establecimientos hoteleros. La crisis empuja a muchos visitantes, más aún si llegan en grupo, a reducir su presupuesto alquilando una vivienda y dejando de lado otras alternativas.
 
Asimismo, es cada vez mayor el número de familias, parejas y amigos que optan por el alquiler de viviendas particulares para pasar sus vacaciones, privilegiando cuestiones como la libertad o la autonomía frente a la comodidad de un hotel. La búsqueda de experiencias más directas en los viajes y de explorar nuevas vivencias en los destinos se relaciona estrechamente con este comportamiento de los turistas.
 
Por otra parte, la eclosión de las plataformas “peer to peer” o p2p ha facilitado el alquiler de viviendas particulares para los períodos vacacionales desde cualquier lugar del mundo, con la posibilidad de contactar e interactuar directamente con los propietarios. Estos portales especializados también permiten conocer a fondo a las propiedades antes de alquilarlas, mediante imágenes y videos.

¿Competencia desleal?
 
Pero no todo es color de rosa en el marco de este fenómeno. Según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), la falta de control en torno a este tipo de alquileres podría desembocar en diversos problemas, como la prestación de servicios deficientes que puedan afectar al prestigio de España en el concierto turístico internacional.
 
En el mismo sentido, el Plan Nacional Integral de Turismo 2012-2015 reconoce este fenómeno, pero sin dejar de indicar que el aumento del alojamiento privado podría derivar en situaciones de competencia desleal y hacer mella sobre la calidad y la competitividad internacional de los distintos destinos turísticos españoles.
 
Mientras durante décadas el alquiler de viviendas particulares se había integrado sin mayores problemas a un mercado liderado por los hoteles o los complejos de apartamentos turísticos, el reciente crecimiento en la demanda parece haber despertado fuertes polémicas. La mayoría de las quejas se relaciona con el incumplimiento de la normativa turística y con que no se paguen impuestos.
 
Por último, se advierte sobre una especie de vacío legal en la materia. Es que la nueva Ley del Alquiler que se aprobó en mayo pasado no incluye a las viviendas turísticas para alquiler por temporada, que sí estaban contempladas en la antigua Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Ahora este sector debe ser regulado por las Comunidades Autónomas, de acuerdo al artículo 149 de la Constitución de España.