Fuente: atrapalo.com.
Desternillante, simpática, graciosa, entretenida… son algunos de los adjetivos que mejor describen la adaptación de la película de Hitchcock “The 39 steps” (1935) hecha por Patrick Barlow, y versionada por Jorge de Juan García.
En la obra cabe destacar la versatilidad del escenario y del atrezzo, así como la versatilidad de los actores secundarios, que dan vida a muchos y variados personajes (decenas de ellos, representados por solo cuatro actores) con gran maestría y profesionalidad, por medio de ligeros y rápidos cambios de vestuario.
La representación, de casi dos horas de duración, se torna en corta por los trepidantes cambios de escenario y situaciones, sin dar oportunidad, en ningún momento, a que el espectador se distraiga o se aburra.
Continuamente, el público se ríe y disfruta del espectáculo. Es necesario destacar la gran dirección hecha por Eduardo Bazo y Jorge de Juan, este último protagonista de la historia y dramaturgo, y la magnífica actuación de Santiago Urrialde, que hace pareja cómica junto con “Salomón”.
Por supuesto, Beatriz Rico representa papeles estupendos. La combinación de todos resulta digna de admiración, hace tiempo que no asistía a una obra con tanta compenetración entre actores, director y dramaturgia.
En la obra cabe destacar la versatilidad del escenario y del atrezzo, así como la versatilidad de los actores secundarios, que dan vida a muchos y variados personajes (decenas de ellos, representados por solo cuatro actores) con gran maestría y profesionalidad, por medio de ligeros y rápidos cambios de vestuario.
La representación, de casi dos horas de duración, se torna en corta por los trepidantes cambios de escenario y situaciones, sin dar oportunidad, en ningún momento, a que el espectador se distraiga o se aburra.
Continuamente, el público se ríe y disfruta del espectáculo. Es necesario destacar la gran dirección hecha por Eduardo Bazo y Jorge de Juan, este último protagonista de la historia y dramaturgo, y la magnífica actuación de Santiago Urrialde, que hace pareja cómica junto con “Salomón”.
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La carrera, como director, de Eduardo Bazo destaca por numerosos éxitos como El dardo en la palabra, Al final del Arcoiris, Drácula… Jorge de Juan lleva una trayectoria impresionante, que cuenta con veinticuatro montajes teatrales, treinta y siete películas, colaboraciones en series de televisión...
Beatriz Rico tuvo sus comienzos en el cine, en Los hombres siempre mienten, y ha trabajado con Garci o bajo la dirección de Fernando Fernán Gómez. En el mundo del teatro ha representado muy diversos personajes, en obras como Las señoritas de Aviñón o Deseo bajo los olmos.
Santiago Urrialde, por su parte, alcanzó su gran popularidad en el famoso programa Esta noche cruzamos el Mississippi, desde entonces compagina teatro y televisión. Y por último, “Salomón”, que fue uno de los grandes “descubrimientos” de la Paramount Comedy, actualmente recorre España entera con su monólogo Con decirlo no basta. ¡Una gran plantilla teatral!
Los guiños al público, los excelentes toques humorísticos, las morcillas tan apropiadas, las menciones tan acertadas a Hitchcock y sus películas o la elección de una música extraordinaria hacen de esta obra una representación inolvidable… y sin tener que recurrir a grandes artificios, sino jugando con los actores, los objetos y, por supuesto, con la magia y la imaginación del público, siempre dispuesto a disfrutar.
Beatriz Rico tuvo sus comienzos en el cine, en Los hombres siempre mienten, y ha trabajado con Garci o bajo la dirección de Fernando Fernán Gómez. En el mundo del teatro ha representado muy diversos personajes, en obras como Las señoritas de Aviñón o Deseo bajo los olmos.
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Los guiños al público, los excelentes toques humorísticos, las morcillas tan apropiadas, las menciones tan acertadas a Hitchcock y sus películas o la elección de una música extraordinaria hacen de esta obra una representación inolvidable… y sin tener que recurrir a grandes artificios, sino jugando con los actores, los objetos y, por supuesto, con la magia y la imaginación del público, siempre dispuesto a disfrutar.