Un grupo de ingenieros y físicos norteamericanos ha comprobado en laboratorio algunas propiedades electrónicas del grafeno que, hasta hoy, eran solamente una posibilidad. La novedad es que sus electrones pueden interactuar fuertemente entre sí, en un comportamiento similar a la superconductividad que se observa en algunos metales y materiales complejos. El hallazgo podría provocar la sustitución del silicio como material base para el desarrollo de semiconductores, creando dispositivos más rápidos y eficaces que los actuales.
El proyecto europeo Hidenets ha desarrollado un sistema que permite mantener las comunicaciones entre vehículos después de un accidente, cuando generalmente colapsan y dificultan las tareas de salvamento y la normalización del tráfico rodado. A través de un reloj detector y distintos dispositivos, el sistema es capaz de mantener el rendimiento de las redes y de tomar decisiones sobre redireccionamiento del tráfico en una situación crítica. Asimismo, aumenta la resistencia del sistema para garantizar la permanencia de los datos y la realización de copias de seguridad.
Un nuevo material desarrollado por ingenieros norteamericanos promete optimizar la fabricación y el funcionamiento de las pilas de combustible de óxido sólido, que constituyen una potencial alternativa energética. El nuevo material puede operar de manera eficiente a bajas temperaturas y ha logrado un rendimiento constante durante 1.000 horas en un laboratorio a pequeña escala. Al disminuir los costos e incrementarse los beneficios de estas pilas gracias al nuevo material, su aplicación podría multiplicarse rápidamente en distintos campos.
La NASA ha realizado una serie de pasos críticos hacia el desarrollo de nuevos reactores nucleares que podrían alimentar un puesto de avanzada humano en la Luna o Marte. Los reactores, que aprovecharían la energía creada mediante procesos de fisión nuclear, pueden proporcionar hasta 40 kilovatios de energía útil, suficiente para mantener una base en la Luna o un puesto de Marte. Ya se planean misiones para 2020 empleando estas nuevas tecnologías.
El desarrollo de un sistema de refrigeración miniaturizada por parte de ingenieros norteamericanos permitiría un mejor control de las temperaturas excesivas que suelen causar inconvenientes en algunos puntos críticos de los circuitos electrónicos empleados en los motores híbridos y eléctricos. También podría tener aplicación en el sector de la aviación y en la industria informática.
Un equipo de ingenieros y científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT), habría descubierto y decodificado la estructura molecular del hidrato de cemento, abriendo en consecuencia un nuevo campo de posibilidades para el desarrollo de variantes en este material. Los cambios apuntarían principalmente al mejoramiento de las condiciones ecológicas del mismo, que actualmente es juzgado negativamente por diferentes órganos ambientalistas debido a las altas emisiones de dióxido de carbono que provoca.
Una aplicación en forma de bastón creada por ingenieros y estudiantes norteamericanos emplea la tecnología RFID y un sensor de ultrasonidos para guiar a los discapacitados visuales en su camino, indicándoles cuando girar o sortear algún escollo. En una próxima etapa, la investigación incluirá un robot guía que funcionará como ayudante de la persona y suplantará las funciones del bastón.
El óxido nítrico es un gas nocivo para la atmósfera, pero que a su vez puede aplicarse con fines médicos. Por eso, resulta vital la medición exacta de sus concentraciones para evitar la contaminación ambiental y, al mismo tiempo, para optimizar su empleo con objetivos terapéuticos y de prevención de la salud. Un nuevo dispositivo desarrollado en Estados Unidos logra esto con gran eficacia y mediante un dispositivo que puede transportarse, algo que resultaba muy complejo con los sensores empleados hasta el momento. La innovación también podría utilizarse para la detección de otros gases.
Un grupo de ingenieros e investigadores estadounidenses ha desarrollado una nueva técnica basada en la espectroscopía de rayos X, que permitirá cuantificar el impacto de una sustancia contaminante al entrar en contacto con el agua o el suelo, prácticamente en el mismo momento en el que se produce el contacto. La posibilidad de analizar esos primeros instantes del proceso permitirá desarrollar investigaciones más profundas y certeras sobre los impactos que se producen en el medio ambiente.