Ingenieros norteamericanos han creado unas lentillas digitales con indicadores biométricos que son capaces de medir distintos parámetros de la salud, como la concentración de colesterol o glucosa en sangre, a partir de la información biológica presente en los ojos. Estas lentes de contacto servirán también para el contacto directo con los profesionales médicos para el seguimiento del estado de salud de la persona que usa estas lentillas. De momento sólo se han experimentado en conejos con resultados alentadores, pero si se superan las correspondientes pruebas, en un futuro podrán aplicarse también a seres humanos.
Ingenieros norteamericanos han desarrollado un robot capaz de cuidar de las personas mayores en tareas como darle la mano para andar, oír lo que necesitan y realizar otras actividades físicas. Han creado un interfaz hombre-máquina que permitirá a los ancianos o discapacitados motores comunicarse mucho más fácilmente con los robots cuidadores, especialmente diseñados para su atención. No sustituirá la atención humana, pero incrementará la independencia de las personas con problemas físicos.
Ingenieros de la Universidad de Washington han desarrollado un nuevo polímero que puede transportar cargas positivas y negativas, en lo que constituye un importante avance para el mundo electrónico, al poder fabricar dispositivos de doble carga más flexibles, baratos y delgados. Con el nuevo material se ha construido un transistor diseñado de la misma manera que un modelo de silicio, y los resultados evidencian que el sistema funciona a la perfección, siendo el mejor rendimiento registrado hasta el momento en un único componente de polímeros orgánicos semiconductores.
Una red de observatorios y sensores oceánicos ubicados en distintas partes del mundo permitirá observar en tiempo real la variabilidad del clima, la circulación oceánica y la acidificación de los océanos, merced a una ciberinfraestructura que será desarrollada por centros especializados de Estados Unidos en el marco del proyecto Ocean Observatories Initiative (OOI). Este ambicioso proyecto estará disponible para científicos, responsables políticos, estudiantes y para el público en general. Por Pablo Javier Piacente.
Una investigación desarrollada en Estados Unidos ha aproximado el objetivo de luces LED verdes de alto rendimiento, ya que ha conseguido prototipos que alcanzan parámetros más elevados de ahorro energético, confiabilidad y durabilidad. Si este avance se concreta, las aplicaciones de la iluminación LED podrían multiplicarse rápidamente.
Ingenieros y educadores de Baltimore, Estados Unidos, han desarrollado un ambiente virtual que posibilita la reproducción de espacios naturales en 3D con gran realismo, lo que permite experiencias pedagógicas más interactivas e interesantes para los alumnos. Sería el primero en su tipo en Norteamérica y ya está en marcha en una escuela pública.
Hartes es un proyecto de la Unión Europea que busca desarrollar dispositivos y aplicaciones capaces de mejorar la experiencia auditiva en espacios cerrados y en movimiento. De esta manera, los nuevos sistemas de audio lograrán una distribución más uniforme del sonido y estarán menos influenciados por el ambiente y los ruidos externos.
Las emisiones de dióxido de carbono hacia la atmósfera que se realizan en el marco de ciertas actividades industriales, y que constituyen un grave problema ambiental, podrían verse radicalmente disminuidas si prospera un nuevo método de separación del CO2 de los gases contaminantes. El sistema garantiza una mayor efectividad en la tarea y es más sencillo y accesible para las empresas, según sus creadores.
Un sistema de transferencia de electricidad sin cables ha sido desarrollado por la compañía WiTricity y presentada en la conferencia TEDGlobal 2009 que concluyó hoy en Oxford. El sistema aprovecha el fenómeno físico de la resonancia eléctrica para transmitir electricidad por el aire a través de campos magnéticos. Con este sistema, según sus creadores, se podría suministrar electricidad tanto a un teléfono móvil como a la maquinaria industrial o a los coches eléctricos. Si el sistema llega a ser comercializado algún día, supondría la desaparición de miles de kilómetros de cables y, también, de millones de baterías desechables.