El cerebro se prepara para recibir las impresiones luminosas de la visión desde que abrimos los ojos, aunque estemos a oscuras. El proceso neuronal se pone en marcha antes de que realmente veamos algo.
Los orangutanes pueden hablar del pasado, ha descubierto una investigación: las hembras con crías esperan a que el depredador se vaya para alertar de su presencia. Una proeza cognitiva que se creía exclusiva de los humanos.
Descubren cómo calculamos cuándo hacer un movimiento: el cerebro usa dos relojes internos para anticipar el futuro. Uno se basa en el ritmo y otro en la experiencia previa. Ambos nos permiten navegar y disfrutar del mundo cotidiano.
Investigadores japoneses y españoles han creado circuitos neuronales artificiales que reproducen la dinámica de las conexiones cerebrales, lo que les ha permitido entender mejor las claves de la reconfiguración sináptica.
La vida en la Tierra ha podido influir en la deriva de los continentes, según una nueva investigación: los sedimentos impulsan las placas tectónicas y contribuyen al aumento de las cadenas montañosas, así como al crecimiento de la corteza continental.
Investigadores franceses explican cómo el cerebro consolida recuerdos durante el sueño: unas neuronas del hipocampo introducen el pasado, presente y futuro de una experiencia vivida durante el día para que se archive en la memoria con la secuencia temporal correcta.
Científicos norteamericanos han descubierto bacterias intestinales en el cerebro humano que aparentemente desempeñan las mismas funciones inmunológicas. Tal vez configuren también nuestra identidad, al igual que la microbiota intestinal.
Investigadores finlandeses han creado el primer mapa de los sentimientos humanos: permite observarlos, conocer su procedencia (emocional, cognitiva, homeostática…), relacionarlos entre sí, percibir cómo los registra nuestro organismo y saber si podemos controlarlos.
Una nueva investigación ha descubierto, analizando la genealogía de 439 millones de personas, que la familia política vive tanto como la familia de sangre, aunque no compartan genética ni entorno. La elección de pareja entra en la ecuación de la longevidad.
El GPS del cerebro es el factor desconocido hasta ahora que explica cómo pensamos los humanos: forma espacios cognitivos llenos de mapas que nos sirven de orientación tanto para navegar por el mundo físico como por el de las ideas.