Los planetas similares a la Tierra, potencialmente habitables, podrían encontrarse mucho más cerca de lo que se creía: a solo 13 años luz de nuestro planeta, una distancia que en términos astronómicos sería ‘como un paseo por el parque’. Esto es lo que ha revelado la revisión de los últimos datos recogidos por el Teloscopio Espacial Kepler, realizada por astrónomos de la Universidad de Harvard y del Caltech.
El ancestro común de los mamíferos placentarios no apareció en pleno Mesozoico, sino al final de este periodo, justo después de la extinción de los dinosaurios. Un grupo de investigación ha descubierto que su diversificación vino a llenar el vacío que dejaron los dinosaurios no aviarios y otros grandes reptiles, y no la separación de los continentes, como se pensaba antes.
Hace un año, investigadores del Observatorio Astronómico de Mallorca detectaron una roca espacial cuya órbita parecía acercarse peligrosamente a la Tierra. Ahora, los astrónomos han descartado cualquier posibilidad de colisión. El 15 de febrero a las 20.40 horas el llamado 2012 DA14 –de un diámetro de 80 metros y una masa de 130.000 toneladas- estará más cerca que nunca de nuestro planeta.
Durante el desarrollo del cerebro, las neuronas colisionan al azar, sin señales que les guíen, y pese a ello forman patrones ordenados. El hallazgo es obra de un grupo de investigadores del CSIC, y podría explicar las diferencias entre el cerebro de los miembros de una misma especie.
El hambre, la sed, el estrés o las drogas pueden ocasionar cambios en el cerebro y transformar cualquier sentimiento de repulsión en un fuerte deseo positivo, revela un estudio de la Universidad de Michigan. Esta modificación instantánea de la motivación tendría su origen en la capacidad de ciertos eventos para activar una estructura cerebral conocida como ‘núcleo accumbens’, que está vinculada a la recompensa. El hallazgo ayuda a explicar la adicción a las drogas, a pesar de que se conozcan las consecuencias de su consumo.
Diferencias en las conexiones físicas del cerebro estarían en la raíz de la diversidad del pensamiento y del comportamiento humanos. Según un estudio reciente, la conectividad del cerebro varía más de persona a persona en áreas vinculadas a la integración de la información que en regiones cerebrales relacionadas con la percepción directa del mundo.
El observatorio espacial XMM-Newton de la ESA ha completado el estudio más detallado jamás realizado del viento emitido por una estrella gigante, constatando por primera vez que no se trata de una brisa uniforme, sino cientos de miles de ráfagas.
Investigadores de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, han descubierto dunas eólicas con más de 50.000 años de antigüedad en el entorno de la capital aragonesa. El análisis de estas dunas permitirá conocer mejor la edad y características de los periodos climáticos glaciares e interglaciares que se alternaron en el Pleistoceno durante más de dos millones de años.
A raíz del descubrimiento de que la vida en el espacio debilita el sistema inmunitario de los astronautas, una serie de científicos ha analizado células humanas que flotaron en microgravedad durante un tiempo en la Estación Espacial Internacional. Este experimento ayudará a descubrir qué enseña a nuestras células a reaccionar ante las enfermedades, y cómo lo hacen.
Investigadores de la Universidad de California en Davis sugieren que las llamadas ‘fluctuaciones cuánticas’ (que se dan a escala subatómica) serían responsables de la probabilidad no solo a nivel subatómico, sino también a escala macroscópica. Esto supondría que nuestro universo pertenece a un multiverso (de múltiples probabilidades), y también un desafío para la propia teoría cuántica.