SEAmail es un prototipo de sistema de correo electrónico que está siendo probado en una universidad norteamericana y que podría revolucionar el correo electrónico. Basado en las tecnologías semánticas, permite a los usuarios enviar e-mails a personas o a grupos de personas agrupadas en conjuntos significativos, como “profesores graduados en Harvard desde 1960”. Los parámetros de búsqueda pueden ser tan sencillos como el nombre de una persona, o tan complejos como un conjunto de requisitos, explican sus creadores. SEAmail puede usarse tanto en intranets corporativas como en Internet, en el que proyectos como FOAF facilitarían una ingente cantidad de información sobre posibles receptores de correo.
Un equipo de científicos norteamericanos ha realizado exitosas pruebas de laboratorio con unas pinzas nanométricas, con las que se ha podido atrapar y extraer células de tejido orgánico de manera no invasiva. Dirigidas externamente mediante imanes, estas micropinzas no necesitan de baterías ni de cables para moverse, y se cierran mediante cambios en su temperatura o utilizando productos bioquímicos no tóxicos. Los resultados de los experimentos han demostrado su enorme potencial para la fabricación de futuras herramientas microscópicas de diagnóstico y de suministro de medicamentos.
Internet acabará en doce años con la división entre la vida física y virtual, según el 56% de 1.200 expertos encuestados por la Elon University y el Pew Internet and American Project. Tres de cada cinco encuestados no cree asimismo que en 2020 las leyes, la industria tecnológica y los medios de comunicación ejerzan ya un control efectivo sobre la propiedad intelectual y el 61% opina que la gente será capaz de encontrar fórmulas para superar los obstáculos que intentan salvaguardar los contenidos de Internet, como la marca de agua digital o las huellas digitales. La expansión de Internet proseguirá y transformará las relaciones sociales básicas, pero no generará necesariamente un mundo mejor, según los expertos.
Un equipo de científicos japoneses ha conseguido reconstruir en una pantalla de ordenador imágenes directamente tomadas de la actividad del cerebro. En un experimento llevado a cabo con dos individuos, éstos miraron 440 imágenes diferentes en una pantalla, mientras se medían, con tecnología de exploración magnética funcional, las diferencias sutiles en los patrones de actividad cerebral de sus cortezas visuales. A partir de esta información, posteriormente los investigadores consiguieron “adivinar” las imágenes que los individuos veían, utilizando una tecnología que las reflejó en la pantalla. Según los investigadores, ésta sería la primera vez que se consiguen reconstruir imágenes a partir, directamente, del registro de la actividad cerebral, y este logro supondría un gran paso hacia la capacidad de leer la mente humana, y los sueños.
La percepción del cuerpo como estancia de nuestra conciencia responde a la integración continua de señales multisensoriales y motoras en marcos de referencia ego-céntricos, explican científicos del Karolinska Insitutet de Suecia. Sin embargo, experimentos realizados han demostrado que estos marcos de referencia pueden variar si se usan “trampas” perceptivas. El resultado de diversos experimentos realizados en el KI ha sido soprendente: cualquier persona puede sentir que se encuentra en el cuerpo de otro, bien quieto, bien realizando un acto voluntario. La ilusión tendría aplicaciones en varios campos, sobre todo en el de la realidad virtual, donde aumentaría el realismo.
Internet cada vez oferta más programas de atención médica on-line. Diabetes, adicciones, depresión o insomnio ya pueden ser tratados en diversas páginas web. Las ventajas, según los promotores de estas iniciativas: costes bajos y gran difusión. Falta por ver la eficacia de dichos tratamientos. Los resultados iniciales apuntan a que pueden funcionar, por lo que los expertos vaticinan para esta e-salud un gran futuro: en 10 ó 15 años estará generalizada y en 50 años competirán con los sistemas de salud tradicionales.
Un equipo de científicos del NIST de Estados Unidos ha conseguido desarrollar un sistema que combina la avanzada tecnología de las pinzas ópticas (instrumento que usa un rayo láser para mover objetos microscópicos) con microesferas de látex recubiertas de anticuerpos. Estas microesferas, al entrar en contacto con las muestras de sangre, quedan “acopladas” a ellas en menor o mayor grado dependiendo de la concentración de antígenos presentes en las muestras. La energía empleada por las pinzas ópticas para separar de nuevo las microesferas de las muestras sirve para calcular el nivel de concentración del virus en la sangre, aunque dicha concentración sea mínima.
Científicos de la Universidad de Maastricht, en los Países Bajos, han desarrollado una novedosa tecnología que permite averiguar qué y a quién escucha una persona a partir de su actividad cerebral. La combinación de técnicas de registro de neuroimágenes con un procesador data mining ha permitido definir y traducir las huellas neuronales que dejan los sonidos y los tonos de voz en nuestro cerebro. Este descubrimiento permitirá mejorar sistemas computacionales de reconocimiento de hablantes y de discurso.
El ejército estadounidense ha destinado cuatro millones de dólares al desarrollo de un sistema de interconexión entre el cerebro y el ordenador, que permita que las personas se comuniquen sólo con el pensamiento. Este sistema de “telepatía sintética” estará basado en la combinación de la técnica de la electroencefalografía (para registrar la actividad cerebral vinculada a un determinado “mensaje”) y de un receptor informático, capaz de traducir la actividad cerebral registrada a lenguaje corriente.