Un proyecto europeo está trabajando en la transformación de diamantes en sensores magnéticos diminutos mediante la sustitución de uno solo de sus átomos por un átomo de nitrógeno, proceso denominado 'dopaje'. Estos sensores podrían usarse, por ejemplo, en informática, para desarrollar discos de almacenamiento pequeños y de alta densidad.
Investigadores italianos han diseñado una fuente fiable, pequeña y barata de fotones entrelazados, que puede integrarse en un chip. Hasta ahora, las fuentes que se habían diseñado eran mucho más grandes. El sistema podría facilitar la adopción de tecnologías de la información cuántica, en particular los protocolos de criptografía cuántica.
Científicos italianos, del proyecto europeo Graphene Flagship, han observado que un material formado por grafeno y arseniuro de galio, a temperaturas ultra-bajas, se comporta como un superfluido, lo que abre la posibilidad de crear dispositivos electrónicos que disipen muy poca energía. Tal comportamiento tiene que ver con efectos cuánticos que se hacen visibles a nivel macroscópico.
El grafeno podría transformar la luz en electricidad de manera muy eficiente, en dispositivos fotovoltaicos. Así lo han comprobado científicos suizos y de otros países, que han observado cómo al absorber el grafeno un fotón, dos o más electrones son excitados, y se produce un efecto multiplicativo que transmite una corriente eléctrica.
Investigadores del Instituto de Estudios Computacionales Avanzados de la Universidad de Maryland (UMIACS), en EEUU, han realizado un avance que hará posible que los robots aprendan a cocinar viendo vídeos en YouTube. Todo gracias a que podrán “pensar”, para determinar la mejor combinación de acciones para realizar eficientemente una tarea dada.
Para que los robots domésticos resulten prácticos, tienen a la fuerza que reconocer los objetos que deben manipular. Sin embargo, la visión artificial constituye un verdadero desafío tecnológico. Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han dado un paso adelante en esta dirección, con el desarrollo de un algoritmo que permite a los robots domésticos reconocer objetos.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU) ha desarrollado un nuevo recubrimiento de nanocables para la ropa, que permite que esta genere calor como, un calefactor; y también que atrape el calor de los cuerpos mucho mejor que la ropa normal.
El pasado mes de diciembre, el explorador y arqueólogo Cameron Smith afirmaba en TEDxBrussels que el 99% de las civilizaciones desaparecen, y que poblar el espacio podría ser nuestra salvación. Pero, para conseguirlo, hay que abaratar y generalizar la tecnología que nos permita viajar a otros planetas. Smith y su equipo, de la iniciativa Pacific Space Flight, ya han dado un primer paso en esta dirección: la fabricación, en su propia casa, de un traje espacial ligero y económico.
Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) proponen un método alternativo de búsqueda de vida extraterrestre: el registro del movimiento, pues todo lo vivo se mueve. Con este fin, ya han creado un sistema extremadamente sensible que, en un futuro, podría viajar a bordo de rovers como Curiosity, para detectar microorganismos en planetas lejanos.