La próxima vez que use la pantalla táctil de su smartphone para mandar un mensaje escrito o navegue por Internet recuerde que está modificando su cerebro. La primera actividad aumenta la actividad cerebral vinculada a la sensibilidad táctil y la segunda la capacidad de multitarea, han demostrado dos estudios distintos. Sin embargo, ambas acciones también pueden tener algunos efectos negativos.
Ser capaces de transformar la energía del movimiento en energía eléctrica puede reducir la contaminación y permitirnos recargar nuestros dispositivos móviles casi en cualquier parte. Por eso, en los últimos tiempos, hemos visto diversos proyectos en esta dirección. El último, una bicicleta de bambú desarrollada en México, que transforma la energía cinética generada al pedalear en una fuente de electricidad limpia.
Un nuevo sistema que ayuda a la rehabilitación de pacientes que han sufrido problemas del corazón ha sido desarrollado por investigadores españoles y de otros países europeos. Lo más novedoso es que el paciente está en todo momento conectado vía Internet con su cardiólogo y recibe en su teléfono móvil la información sobre su frecuencia cardiaca y respiratoria, y mensajes para esforzarse más o menos en función de la pauta médica.
No sólo el hardware puede ahorrar energía. También el software puede programarse de forma más eficiente, y en ello trabaja el proyecto europeo ENTRA, que creará herramientas que avisen a los ingenieros de la eficiencia de su código. El objetivo es reducir el consumo de electricidad de los centros de procesamiento de datos en hasta un 50 % y prolongar la duración de la batería de los dispositivos inteligentes.
Investigadores europeos están desarrollando alimentos personalizados para personas mayores con problemas de masticación o deglución, y en concreto trabajan con la impresión en 3D de carne y verduras, que les permita producir texturas digeribles a la par que atractivas. El proyecto, financiado por la UE, se llama Performance y deberá estar concluido en 2015.
Investigadores del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Ulsan (UNIST), de la República de Corea, informan por vez primera de la creación de una "piel electrónica", similar a la piel humana natural, capaz de detectar no solo la presión, sino también en qué dirección viene esta. El avance podría tener aplicaciones para prótesis y en robótica.
Investigadores del Berkeley Lab han batido el récord de velocidad en un acelerador de partículas compacto, en concreto en un acelerador de láser-plasma, que utiliza la luz láser para conseguir velocidades muy altas en longitudes de centímetros. El gradiente de energía obtenido es 1.000 veces mayor que el que se obtiene en los aceleradores tradicionales, que tienen kilómetros de circunferencia.
Una investigación ha conseguido reproducir informáticamente el cerebro de un gusano e implantarlo a un robot de Lego, que se ha comportado como lo haría el gusano en la vida real, sin que se le haya añadido ninguna instrucción sobre cómo moverse o aprender de la experiencia.
Científicos de la Universidad Stanford (California) han diseñado y fabricado un dispositivo que se asemeja a un prisma y que puede dividir un haz de luz en diferentes colores, gracias a un grabado con forma de código de barras. El avance podría llevar a los ordenadores a utilizar las transmisiones ópticas en lugar de las eléctricas, para el transporte de datos.