Un equipo del Reino Unido ha desarrollado un programa de ordenador que detecta si la persona que lo usa está aburrida o interesada a partir de su lenguaje corporal. Cuando una persona está absorta en algo, reduce unos pequeños movimientos constantes llamados 'movimientos no instrumentales', que los hacemos todos. El hallazgo podría usarse para perfeccionar los robots de compañía.
Investigadores de Estados Unidos han evaluado un novedoso proceso para obtener biodiesel a partir de la espuma generada en las depuradoras de tratamiento de aguas residuales. Demostraron que esta tecnología permite la eliminación de residuo y produce energía renovable, entre otras ventajas.
Las ciudades consumen una cantidad inmensa de energía, por lo tanto es necesario situarlas al frente de la reducción de emisiones de CO2. Y nada mejor para hacerlo que aprovechar las nuevas tecnologías. La UE ha desarrollado, en el marco del proyecto SUNSHINE, una plataforma online que permite evaluar el comportamiento energético de los edificios y controlar el alumbrado público a distancia.
Investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia (GA Tech), en EEUU, han diseñado un sistema llamado Quixote, que enseña valores a los robots, a partir de fábulas y cuentos. Los expertos en robótica se inspiran cada vez más de los 'métodos' humanos de aprendizaje para dotar a las máquinas de inteligencia.
Las prótesis robóticas son cada vez más comunes, con usos y funcionalidades totalmente dispares. Entre los últimos proyectos destaca el brazo robótico inteligente desarrollado en el Georgia Tech (EEUU), que permite tocar la batería con tres brazos, sabiendo qué tocar en función de lo que escucha. Otro ejemplo es una prótesis de brazo creada con piezas de Lego, para que los niños discapacitados puedan personalizarla y adaptarla a sus necesidades en cada momento.
Un equipo franco-estadounidense ha confirmado en 'Science' que su material de carbono para hacer micro-supercondensadores descubierto hace seis años puede integrarse fácilmente en los chips de silicio actuales, lo que permitirá que los microchips y sus fuentes de alimentación sean lo mismo, reduciendo el tamaño de los dispositivos electrónicos.
Ingenieros y médicos de EE.UU. han conseguido que una persona mueva los dedos por separado con una prótesis robótica controlada por la mente. Hasta ahora, las prótesis de este tipo movían los dedos en 'garra', como cogiendo una pelota de tenis.
Ingenieros de la Universidad de Wisconsin-Madison (EE.UU.) han diseñado un sistema de captación y almacenamiento de carga que aprovecha la energía del andar humano, y que se puede integrar en el calzado. Ya capta unos 10 vatios por zapato, cuando un smartphone requiere menos de 2.
Investigadores de la Universidad de California en San Diego (EEUU) han desarrollado una nueva tecnología de Bioimpresión en 3D que permite fabricar un tejido que imita al detalle la compleja estructura y funcionamiento del hígado humano. La herramienta permitirá probar fármacos y abre la puerta para la impresión futura de órganos de sustitución.