Investigadores de EE.UU. han demostrado que un sistema de etiquetas RFID, de radiofrecuencia, puede incorporarse al papel, de modo que el usuario, moviendo la mano sobre ellas o tocándolas, puede activar diversos comandos de control, como los de un reproductor de música. El papel, según los investigadores, es solo un ejemplo de los múltiples materiales que pueden soportar el sistema.