Investigadores de EE.UU. han diseñado microrobots nadadores manejables mediante magnetismo, y que se mueven igual que las bacterias, transformando su movimiento de rotación en traslación. Esto les permite moverse por fluidos muy viscosos, en los que el movimiento de nado normal, como el de los peces, se vuelve imposible.
Científicos del Instituto Kavli de Nanociencia de la Universidad de Delft (Países Bajos) han logrado fabricar una memoria de 1 kilobyte (8.000 bits), en la que cada bit está representado por la posición de un solo átomo de cloro. Esta densidad de almacenamiento permitiría grabar todos los libros escritos por el ser humano en un solo sello de correos.
La Universidad Estatal de Arizona ha desarrollado una tecnología que permite a una persona controlar múltiples drones con el pensamiento. Utilizando un gorro con electrodos, el sistema capta los estímulos cerebrales y los procesa para convertirlos en comandos que permitan el movimiento de los drones.
Científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) han desarrollado un sistema que genera electricidad mediante ósmosis, con una gran eficiencia. Aprovecha el intercambio de iones entre el agua de mar y el agua dulce, con una nueva membrana de sólo tres átomos de espesor. Esta tecnología podría usarse en los estuarios, allá donde los ríos se juntan con el mar, para obtener energía renovable.
Utilizando origami de ADN, es decir, ADN plegado, científicos de Caltech (EE.UU.) han colocado con precisión moléculas brillantes dentro de resonadores de luz microscópicos, una técnica que podría utilizarse para alimentar la computación cuántica. Con el método han creado una reproducción de 'La noche estrellada', de Van Gogh, del tamaño de una moneda.
Científicos de Israel han diseñado un 'tatuaje electrónico' temporal, es decir, un electrodo de carbono que se adhiere a la piel, que permite medir la actividad muscular y nerviosa de forma nada intrusiva. Podrá utilizarse incluso para cartografiar las emociones en las expresiones faciales.
Científicos de Oxford (Reino Unido) han demostrado que el movimiento natural de las bacterias puede aprovecharse para crear y dar energía a 'parques eólicos' microscópicos. Introduciendo 64 microrrotores simétricos en un fluido bacteriano, las bacterias hacían que los rotores giraran siguiendo el mismo patrón que los parques eólicos macroscópicos.
Ingenieros e informáticos de la Universidad de Duke (EEUU) han desarrollado un procesador especialmente diseñado para la planificación de movimiento robótico. El sistema permitirá un ahorro considerable tanto en el tiempo de cálculo como en el consumo de energía que requiere cada tarea. De esta forma se dota al robot de mayor autonomía para actuar ante un obstáculo o decisión inesperada.
Un equipo internacional dirigido por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) ha creado una 'nariz electrónica' que detecta pesticidas y gas nervioso o sarín en concentraciones muy bajas. Está hecha con armazones organometálicos, una especie de 'esponjas microscópicas'.