Por primera vez, se ha demostrado el comportamiento ondulatorio de un polaritón (un tipo de cuasipartícula) condensado a temperatura ambiente, en laboratorio y a una escala de longitud macroscópica. El trabajo allana el camino para futuros avances tecnológicos, tales como microláseres de polaritones fabricados con materiales orgánicos de bajo coste, que serían más eficientes y requerirían menor energía de activación que los láseres convencionales.
Los materiales inteligentes están revolucionando el sector de los colectores solares térmicos. Un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza, ha desarrollado un recubrimiento que es capaz tanto de absorber calor, como de repelerlo. Imperceptible para el ojo humano, esta cobertura evita el exceso de producción de energía y el sobrecalentamiento de la instalación.
Investigadores de la Universidad de Harvard (EE.UU) han creado estelas de ondas similares a las de la luz moviéndose sobre una superficie metálica. Estas estelas, llamadas plasmones de superficie, además se pueden controlar y dirigir, han demostrado los investigadores.
En un futuro, aseguran los expertos, los coches sin conductor formarán parte del tráfico corriente de las ciudades. Un estudio sobre los cambios que traerían en concreto los taxis autónomos, realizados por especialistas del Berkeley Lab de EEUU, señala a que estos taxis supondrían grandes beneficios económicos y ecológicos, pues reducirían considerablemente las emisiones por milla de gases de efecto invernadero y el gasto energético.
Las posibilidades del grafeno son inmensas, pero ese es también el peligro: que no se apueste por ninguna aplicación concreta, y la inversión se diluya. Ya hace 10 años que apareció, y quedan cinco para que, como pasó con otras tecnologías anteriores, demuestre que puede revolucionar algún ámbito concreto. Una vez renovado ese ámbito, creen expertos reunidos por el Instituto de la Ingeniería de España, se justificaría la exploración de otros.
Un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Chalmers, Suecia, ha logrado imprimir por vez primera objetos tridimensionales hechos enteramente de celulosa. Podrían usarse para fabricar, por ejemplo, sensores integrados en empaquetados, tejidos que conviertan el calor del cuerpo en electricidad o apósitos para heridas que puedan comunicarse con los médicos.
Científicos de la Universidad de Stanford han combinado la computación y la dinámica de fluidos para idear un computador síncrono que funciona con gotas de agua en lugar de con bits. El sistema es capaz de ejecutar cálculos como un ordenador tradicional y sirve para procesar materia (en lugar de información). En un futuro, podría funcionar como un laboratorio de química y de biología de alto rendimiento.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Twente (Países Bajos) ha descubierto una manera de imprimir estructuras 3D de cobre y oro, apilando gotas de metal de tamaño microscópico. Estas gotitas se fabrican fusionando una fina película metálica con un láser pulsado. La impresión 3D con metales permitiría la fabricación de dispositivos y componentes completamente nuevos.
El Internet de las Cosas crecerá de manera exponencial una vez empiece a expandirse definitivamente, especialmente en las casas. Así lo creen expertos de Telefónica y Google, entre otras empresas e instituciones académicas, reunidos por el Instituto de la Ingeniería de España, que señalan también que se ha convertido en la tecnología más esperada, por encima del 'big data'.