Nuevas técnicas de perforación desarrolladas principalmente en Estados Unidos han permitido ya aumentar la cantidad de gas disponible, gracias al trabajo en las áreas shale gas o de arcillas compactas. Sin embargo, la optimización de estas tecnologías y, sobretodo, un tratamiento adecuado de algunos elementos relacionados en la explotación (principalmente el agua) podrían desembocar en una verdadera revolución en cuanto a la disponibilidad de gas natural en el mundo.
Investigadores e ingenieros del MIT (Massachusetts Institute of Technology) han desarrollado nuevas baterías de litio-ion que integran electrodos positivos con nanotubos de carbono. La incorporación de estos elementos permite almacenar cinco veces más energía con relación a otros tipos de baterías. Esto permitiría contar con baterías dotadas de una mayor autonomía, o sea capaces de funcionar por más tiempo sin necesidad de recargas.
Un prometedor nuevo proceso orientado al empleo de pilas de combustible de hidrógeno en la propulsión de automóviles fue desarrollado por ingenieros químicos de Purdue University. El avance permite un alto rendimiento de las células, combinando los procesos de hidrólisis y termólisis y utilizando un producto químico en polvo llamado borano de amoníaco, que posee un elevado contenido de hidrógeno.
Un estudio conducido por el City College de Nueva York se ha propuesto determinar los puntos con mayor potencial para la generación de energía hidrocinética en todo el litoral marítimo de los estados norteamericanos de Nueva York y Nueva Jersey. La energía hidrocinética es un recurso renovable que se produce por el movimiento de las mareas, olas y corrientes en los océanos y otros cursos de agua.
Un estudiante de ingeniería mecánica de la Universidad de Sheffield diseñó una bomba de agua móvil que funciona a partir de bicicletas en desuso. El desarrollo ha sido aplicado en comunidades de Guatemala con la colaboración de la ONG Maya Pedal, y ha demostrado una gran utilidad para el riego y la distribución de agua en zonas alejadas. Gracias a este avance, se logra mejorar la vida cotidiana en áreas rurales mediante un dispositivo muy económico.
Un vital adelanto en el campo de la biogasolina fue concretado recientemente por ingenieros y científicos de Virginia Tech. Mediante el control de los componentes inestables de la biomasa, que constituían el principal escollo para su uso como combustible comercial, los investigadores estadounidenses creen haber encontrado la forma para elaborar biogasolina a partir de madera o productos de desecho. Dicho combustible podría ser utilizado en un futuro cercano como sustituto directo de la gasolina en automóviles de todo tipo.
Las zonas de latitudes medias del globo experimentarán reducciones en el caudal de los ríos y, por consiguiente, en la producción de energía hidroeléctrica en el horizonte del año 2050, mientras que otras áreas, como el norte de Europa, África Oriental y el Sudeste Asiático registrarán alzas en los caudales fluviales, según un informe elaborado por IEE Spectrum. Afganistán, Tayikistán, Venezuela y algunos sectores de Brasil aparecen como las áreas con mayores posibilidades de verse afectadas más profundamente por una disminución en la capacidad de producción hidroeléctrica, mientras que en el sur de África períodos extensos de sequía podrían significar una disminución de 70 gigavatios-hora por año en capacidad de generación hidroeléctrica para el año 2050.
Un grupo de ingenieros y estudiantes de la Rice University ha desarrollado un innovador dispositivo portátil para remover distintos residuos de la boca de los pacientes durante las consultas, siendo ideal para los odontólogos que trabajan en zonas rurales o carenciadas y que deben viajar de pueblo en pueblo para atender a sus pacientes. Asimismo, el dispositivo funciona con una batería y elimina uno de los principales inconvenientes de la cobertura odontológica en los países en vías de desarrollo: la falta de electricidad.
Un nuevo método de fabricación de semiconductores desarrollado en la Universidad de Illinois podría cambiar para siempre el futuro de la energía solar, abriendo un nuevo campo de aplicaciones para esta fuente energética renovable. La principal ventaja de la flamante técnica radica en el empleo de arseniuro de galio en vez de silicio en los semiconductores usados en las células fotovoltaicas, un material que ampliaría en gran medida los índices de eficiencia de los dispositivos solares.