El nuevo enfoque en la utilización de la biomasa podría desembocar en la obtención de biogasolina con aplicación en el transporte comercial. Imagen: Virginia Tech.
Ingenieros y científicos norteamericanos han obtenido recientemente en una investigación desarrollada en Virginia Tech un avance clave para el uso de biogasolina en el transporte comercial. Al lograr estabilizar los distintos componentes de la biomasa, sería posible ahora producir combustible ecológico con aplicación directa en automóviles a partir de madera y otros compuestos orgánicos.
Hasta el momento, la conversión de materias primas leñosas como madera de álamo y pino en combustibles líquidos daba como resultado una biomasa de características inestables, imposible de utilizar como combustible de transporte de acuerdo a las tecnologías tradicionales de procesamiento.
Según Foster Agblevor, director de la investigación y profesor asociado en el College of Agriculture and Life Sciences de Virginia Tech, la biomasa obtenida con metodologías tradicionales se vuelve más espesa durante su almacenamiento. De esta manera, ya no se puede utilizar como combustible después de algunos meses de almacenamiento.
Agblevor y su equipo de investigación están trabajando para producir una nueva biomasa estable, que cuente con el potencial de convertirse en biogasolina. El grupo de trabajo incluye a catedráticos y especialistas del College of Engineering de Virginia Tech, de la empresa BASF y del College of Engineering de Rutgers University.
Hasta el momento, la conversión de materias primas leñosas como madera de álamo y pino en combustibles líquidos daba como resultado una biomasa de características inestables, imposible de utilizar como combustible de transporte de acuerdo a las tecnologías tradicionales de procesamiento.
Según Foster Agblevor, director de la investigación y profesor asociado en el College of Agriculture and Life Sciences de Virginia Tech, la biomasa obtenida con metodologías tradicionales se vuelve más espesa durante su almacenamiento. De esta manera, ya no se puede utilizar como combustible después de algunos meses de almacenamiento.
Agblevor y su equipo de investigación están trabajando para producir una nueva biomasa estable, que cuente con el potencial de convertirse en biogasolina. El grupo de trabajo incluye a catedráticos y especialistas del College of Engineering de Virginia Tech, de la empresa BASF y del College of Engineering de Rutgers University.
Resultados positivos
El avance se conoció a partir de una nota de prensa de Virginia Tech, que además reprodujo el medio especializado Physorg.com. Los detalles de la investigación también pueden ampliarse mediante un informe anterior de Virginia Tech. El trabajo de este equipo de investigación podría desembocar en el desarrollo de un combustible ecológico con aplicación directa en los sistemas actuales de transporte.
El enfoque de la investigación se centra en el análisis de los tres componentes inestables de la biomasa (celulosa, hemicelulosa y lignina) y en el control de ellos por separado, logrando de esta manera que el producto en general se vuelva más estable. Hasta hoy, el equipo dirigido por los especialistas de Virginia Tech ha logrado resultados positivos a través de esta técnica.
Se han desarrollado catalizadores que producen biomasa estable, capaz de almacenarse por lo menos un año sin un aumento significativo en su viscosidad y sin registrar otros cambios importantes. Según Agblevor, se trataría de la primera producción de biomasa estable generada hasta el momento.
Asimismo, el catedrático explicó que este adelanto permitirá en un futuro cercano el desarrollo de biogasolina de utilización comercial, obtenida a partir de madera, desechos u otros productos orgánicos. Además, no se requerirá de los complicados procesos que se han realizado en el pasado con este fin.
El avance se conoció a partir de una nota de prensa de Virginia Tech, que además reprodujo el medio especializado Physorg.com. Los detalles de la investigación también pueden ampliarse mediante un informe anterior de Virginia Tech. El trabajo de este equipo de investigación podría desembocar en el desarrollo de un combustible ecológico con aplicación directa en los sistemas actuales de transporte.
El enfoque de la investigación se centra en el análisis de los tres componentes inestables de la biomasa (celulosa, hemicelulosa y lignina) y en el control de ellos por separado, logrando de esta manera que el producto en general se vuelva más estable. Hasta hoy, el equipo dirigido por los especialistas de Virginia Tech ha logrado resultados positivos a través de esta técnica.
Se han desarrollado catalizadores que producen biomasa estable, capaz de almacenarse por lo menos un año sin un aumento significativo en su viscosidad y sin registrar otros cambios importantes. Según Agblevor, se trataría de la primera producción de biomasa estable generada hasta el momento.
Asimismo, el catedrático explicó que este adelanto permitirá en un futuro cercano el desarrollo de biogasolina de utilización comercial, obtenida a partir de madera, desechos u otros productos orgánicos. Además, no se requerirá de los complicados procesos que se han realizado en el pasado con este fin.
Aprovechamiento de la infraestructura existente
La investigación supera varios obstáculos relacionados con el empleo de la biomasa para el desarrollo de combustibles con aplicación comercial, transformándose en una opción concreta para la sustitución de los combustibles fósiles. Es así que se podrían utilizar distintos recursos orgánicos para producir energía sostenible para vehículos, logrando al mismo tiempo una importante reducción en las emisiones de carbono.
Por otro lado, los investigadores creen que el desarrollo de biogasolina bajo estas características podría concretarse en las actuales refinerías de forma sostenible y rentable dentro de los próximos tres años, si se profundizan las investigaciones en el sector y se obtiene el financiamiento necesario.
Un punto importante es que la biomasa empleada no necesitaría del desarrollo de nuevas biorrefinerías que costarían millones de dólares, sino que para este proceso podrían utilizarse las actuales refinerías de petróleo, luego de concretar algunas adaptaciones para la nueva producción.
Por consiguiente, la biomasa podría ser procesada en refinerías de petróleo tradicional, permitiendo el aprovechamiento de la infraestructura existente. El siguiente paso para el equipo de Agblevor es desarrollar una prueba piloto, que consiste en la transformación de materiales orgánicos (madera) directamente en combustibles (biogasolina).
La investigación supera varios obstáculos relacionados con el empleo de la biomasa para el desarrollo de combustibles con aplicación comercial, transformándose en una opción concreta para la sustitución de los combustibles fósiles. Es así que se podrían utilizar distintos recursos orgánicos para producir energía sostenible para vehículos, logrando al mismo tiempo una importante reducción en las emisiones de carbono.
Por otro lado, los investigadores creen que el desarrollo de biogasolina bajo estas características podría concretarse en las actuales refinerías de forma sostenible y rentable dentro de los próximos tres años, si se profundizan las investigaciones en el sector y se obtiene el financiamiento necesario.
Un punto importante es que la biomasa empleada no necesitaría del desarrollo de nuevas biorrefinerías que costarían millones de dólares, sino que para este proceso podrían utilizarse las actuales refinerías de petróleo, luego de concretar algunas adaptaciones para la nueva producción.
Por consiguiente, la biomasa podría ser procesada en refinerías de petróleo tradicional, permitiendo el aprovechamiento de la infraestructura existente. El siguiente paso para el equipo de Agblevor es desarrollar una prueba piloto, que consiste en la transformación de materiales orgánicos (madera) directamente en combustibles (biogasolina).