Nos encontramos inmersos en la revolución de las Neurociencias, las ciencias que estudian el cerebro, su funcionamiento y la relación con nuestros comportamientos. Estos avances se están aplicando a un gran número de campos como son: la educación, el marketing, la economía, la política y también en el ámbito de la práctica psicoterapéutica. La Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de terapias que parten de estos descubrimientos neurocientíficos para casos de catástrofes naturales, atentados terroristas o conflictos bélicos.