El cambio climático provoca una fuerte pérdida de la diversidad de la flora intestinal, que reduce un 34% el número de especies bacterianas en un entorno cuya temperatura es un 2ºC superior a la habitual.
Esta pérdida de diversidad puede afectar a la supervivencia del huésped, ya que con una débil diversidad bacteriana las expectativas de vida del organismo afectado se reducen más que las de sus homólogos.
Esto es lo que ha descubierto un estudio realizado con lagartos que se publica en la revista Nature Ecology & Evolution. El estudio pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor el impacto del clima en las relaciones entre especies, con la finalidad de protegerlas más eficazmente, informa el CNRS en un comunicado.
El calentamiento global modifica el funcionamiento natural de los ecosistemas en los que las especies interactúan entre sí. Este impacto afecta a todas las especies, incluso a los microbios intestinales pertenecientes a la microbiota o flora intestinal.
Se denomina flora o microbiota intestinal al conjunto de bacterias que viven en el intestino, en una relación de simbiosis tanto de tipo comensal como de mutualismo. La gran mayoría de estas bacterias no son dañinas para la salud y muchas son beneficiosas, por lo que esta microbiota intestinal es importante para el estado de salud del organismo.
Se calcula que el ser humano tiene en su interior unas 2.000 especies bacterianas diferentes, de las cuales solamente 100 pueden llegar a ser perjudiciales. La microbiota se regenera periódicamente y evita que se desarrollen enfermedades.
La flora intestinal está influenciada por una serie de factores intrínsecos (secreciones intestinales) y extrínsecos (envejecimiento, dieta, estrés, antibióticos y alimentos con componentes prebióticos o con organismos probióticos).
Este estudio añade ahora un posible nuevo factor de influencia: el calentamiento global, capaz de desajustar la composición de la flora bacteriana y de causar problemas a las organismos afectados.
Esta pérdida de diversidad puede afectar a la supervivencia del huésped, ya que con una débil diversidad bacteriana las expectativas de vida del organismo afectado se reducen más que las de sus homólogos.
Esto es lo que ha descubierto un estudio realizado con lagartos que se publica en la revista Nature Ecology & Evolution. El estudio pone de manifiesto la necesidad de comprender mejor el impacto del clima en las relaciones entre especies, con la finalidad de protegerlas más eficazmente, informa el CNRS en un comunicado.
El calentamiento global modifica el funcionamiento natural de los ecosistemas en los que las especies interactúan entre sí. Este impacto afecta a todas las especies, incluso a los microbios intestinales pertenecientes a la microbiota o flora intestinal.
Se denomina flora o microbiota intestinal al conjunto de bacterias que viven en el intestino, en una relación de simbiosis tanto de tipo comensal como de mutualismo. La gran mayoría de estas bacterias no son dañinas para la salud y muchas son beneficiosas, por lo que esta microbiota intestinal es importante para el estado de salud del organismo.
Se calcula que el ser humano tiene en su interior unas 2.000 especies bacterianas diferentes, de las cuales solamente 100 pueden llegar a ser perjudiciales. La microbiota se regenera periódicamente y evita que se desarrollen enfermedades.
La flora intestinal está influenciada por una serie de factores intrínsecos (secreciones intestinales) y extrínsecos (envejecimiento, dieta, estrés, antibióticos y alimentos con componentes prebióticos o con organismos probióticos).
Este estudio añade ahora un posible nuevo factor de influencia: el calentamiento global, capaz de desajustar la composición de la flora bacteriana y de causar problemas a las organismos afectados.
Un año sufriendo calor
En su estudio, los investigadores han cuantificado el impacto del calentamiento global en la microbiota intestinal de un reptil, el lagarto vivíparo. Gracias a una instalación específica llamada Metatron, dedicada al estudio de los procesos ecológicos en entornos controlados, los investigadores sometieron a poblaciones de lagartos a diferentes tipos de clima.
Unos climas reproducían temperaturas actuales, y otros a previsiones climáticas previstas para finales de siglo, con temperaturas superiores en 2ºC y 3ºC a las actuales.
Después de un año sometidos a estas condiciones climáticas diferentes, la microbiota intestinal de los lagartos fue analizada con modernas técnicas genéticas y se descubrió que el aumento de la temperatura había reducido en un 34% la diversidad de especies presentes en el intestino.
En consecuencia, los lagartos afectados por estos cambios de temperatura vivieron menos tiempo que los otros lagartos no sometidos a la presión climática simulada.
Los efectos colaterales del cambio climático sobre la microbiota de los lagartos podrían encontrarse en muchas otras especies, según los investigadores.
En consecuencia, si la atención sobre los efectos del cambio climático se centra únicamente en los organismos olvidando su flora intestinal, la pérdida de biodiversidad y las consecuencias del cambio climático podrían estar infravaloradas.
Las complejas interacciones entre organismos huéspedes y microbiotas pueden poner en peligro la vida del organismo huésped por el simple hecho de desequilibrios microbianos en la flora intestinal.
En su estudio, los investigadores han cuantificado el impacto del calentamiento global en la microbiota intestinal de un reptil, el lagarto vivíparo. Gracias a una instalación específica llamada Metatron, dedicada al estudio de los procesos ecológicos en entornos controlados, los investigadores sometieron a poblaciones de lagartos a diferentes tipos de clima.
Unos climas reproducían temperaturas actuales, y otros a previsiones climáticas previstas para finales de siglo, con temperaturas superiores en 2ºC y 3ºC a las actuales.
Después de un año sometidos a estas condiciones climáticas diferentes, la microbiota intestinal de los lagartos fue analizada con modernas técnicas genéticas y se descubrió que el aumento de la temperatura había reducido en un 34% la diversidad de especies presentes en el intestino.
En consecuencia, los lagartos afectados por estos cambios de temperatura vivieron menos tiempo que los otros lagartos no sometidos a la presión climática simulada.
Los efectos colaterales del cambio climático sobre la microbiota de los lagartos podrían encontrarse en muchas otras especies, según los investigadores.
En consecuencia, si la atención sobre los efectos del cambio climático se centra únicamente en los organismos olvidando su flora intestinal, la pérdida de biodiversidad y las consecuencias del cambio climático podrían estar infravaloradas.
Las complejas interacciones entre organismos huéspedes y microbiotas pueden poner en peligro la vida del organismo huésped por el simple hecho de desequilibrios microbianos en la flora intestinal.
Referencia
Climate warming reduces gut microbiota diversity in a vertebrate ectotherm. Nature Ecology & Evolution, Article number: 0161 (2017), 8 mai 2017. DOI : 10.1038/s41559-017-0161
Climate warming reduces gut microbiota diversity in a vertebrate ectotherm. Nature Ecology & Evolution, Article number: 0161 (2017), 8 mai 2017. DOI : 10.1038/s41559-017-0161