Científicos de Suecia han encontrado una relación entre el ruido del tráfico de carretera, ferroviario y aéreo con la obesidad, tanto la acumulada en forma de 'michelines', como la que se acumula en todo el cuerpo. Lo que no está claro, según los autores, es la relación causa-efecto, aunque creen que el ruido podría influir en la hormona cortisol, relacionada con la obesidad.