Una combinación de factores genéticos e inmunológicos hace que algunos niños sean más susceptibles a las bacterias que causan la faringitis estreptocócica. Este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de una vacuna para proteger a los grupos vulnerables.
El sistema inmunológico funciona gracias a un mecanismo de adhesión de los glóbulos blancos a otras células, y se deteriora cuando reducimos nuestras horas de sueño. Los científicos han descubierto además que este sistema se debilita también en personas con estrés crónico y cáncer.
Una nueva cápsula, capaz de inyectar insulina por sí misma en el estómago, podría convertirse en un sustito oral de las tradicionales agujas para los pacientes diabéticos. El desarrollo de esta píldora podrá extender su uso a la administración de otros medicamentos.
La actividad física previene contra la depresión, ha determinado una investigación basada en datos genéticos. Sustituir el sedentarismo por 15 minutos de actividad intensa es suficiente para disminuir el riesgo en personas vulnerables o sometidas a estrés.
Las sesiones de corta duración de ejercicios intensos de resistencia son igual de efectivos que los más largos. De momento, se ha probado su efectividad en varones con sobrepeso y se espera demostrar los mismos resultados en mujeres y personas con obesidad o diabetes.
Una bacteria causante de una enfermedad crónica de las encías ha sido detectada en el cerebro de pacientes con Alzheimer. Los investigadores creen que la bacteria podría estar implicada en el origen de la enfermedad degenerativa y estudian enfocar el tratamiento en ese sentido.
Hay una nueva esperanza en el tratamiento de la diabetes a través de células madre. Los científicos han conseguido hacer desaparecer la enfermedad en ratones a través de células inducidas secretoras de insulina. El siguiente paso será probar la técnica en humanos.
Investigadores de la EPFL (École Polytechnique Fédérale de Lausanne) han descubierto que los tumores mamarios tratados con quimioterapia producen pequeñas vesículas que pueden ayudarles a propagarse a otros órganos.
Una nueva investigación ha identificado los genes implicados en la fibrilación auricular, la forma más común de arritmia cardiaca. Al menos 142 variantes genéticas están relacionadas con más del once por ciento de los casos.