Imagen de delgaudm. Flickr.
Es probable que muchos ni siquiera sepan que la Internet hace parte de la lista de nominados para el Premio Nobel de Paz 2010, pero, mientras tanto, la iniciativa toma cada vez más fuerza y recibe el apoyo de un creciente número de personas alrededor del mundo que piensan que gracias a esta red el planeta se acerca más a la paz.
Todo empezó a finales del año pasado cuando la revista Wired Italia hizo público su proyecto “Internet for Peace”, cuyo objetivo es postular a Internet al Premio Nobel de Paz 2010 por considerar que la red es una herramienta de infinito valor para la construcción de un mundo más pacífico.
En el comunicado de prensa se explicó así: “Internet ha demostrado claramente que no es solamente una red de computadores conectados entre sí alrededor del mundo ni un espacio para páginas web con acceso para los usuarios, sino una preciosa y poderosa herramienta para la comunicación global, capaz de vencer los muros y las distancias impuestos por limitaciones políticas y militares. La idea básica es que, estando disponible para todos y transmitiendo mensajes de simpatía y humanidad, la Internet realmente es una gran herramienta para la democracia”.
Posteriormente, se emitió un segundo comunicado en el que se dio a conocer la página web que sería creada para difundir la iniciativa y para permitir que personas de todo el mundo se unieran a ella.
Evolución de la nominación
Como era de esperarse, la nominación de Internet al Premio Nobel de Paz fue recibida como una idea revolucionaria, aclamada por muchos y criticada por otros. Reconocidas personalidades apoyaron la iniciativa desde el primer momento como el diseñador de moda italiano Giorgio Armani, el científico y profesor Humberto Veronesi, y la activista y Nobel de Paz Shirin Ebadi.
Ebadi, quien fue la primera mujer iraní musulmana en recibir este premio, describió la postulación así: “La Internet también puede ser usada para encender la guerra y el terrorismo, tal como lo ha demostrado el proselitismo Talibán. La difusión de las noticias acerca de los disturbios en Teherán, sin embargo –que hicieron carrera a un ritmo de 220.000 Teweets por hora-, fue demasiado impresionante como para dejar alguna duda de que esto hubiera sido posible sin la Internet. No es una coincidencia que durante los primeros juicios contra los protestantes el Fiscal General haya acusado a Google, Facebook y Twitter de conspirar contra el establecimiento”.
Hoy, después de solo unos meses de publicada la propuesta, la página web de Internet for Peace ya cuenta con más de 5.800 personas de todo el mundo que se han sumado a la iniciativa y que quieren expresar su apoyo a la red como una herramienta de paz y de fortalecimiento de la democracia.
Y es que ya son muchos los ejemplos de los que puede estar orgullosa la Internet, o mejor las personas que se han unido a través de ella para participar y contribuir con la paz, entre las que no solo se cuentan los disturbios de las elecciones en Irán (durante las cuales se dio la llamada “Twitter Revolution”), sino también iniciativas democráticas como las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que el entonces candidato Barack Obama se acercó al pueblo y recibió sus opiniones a través de distintas aplicaciones de la red.
Como lo expresó Riccardo Luna, director de Wired Italia, “Tenemos que mirar la Internet como una enorme comunidad en la que hombres y mujeres de todo el mundo y con visiones religiosas muy diferentes pueden comunicarse y entenderse, difundiendo una nueva cultura centrada en la colaboración y en compartir el conocimiento, lo que rompe todas las barreras. Por esta razón, la Internet puede ser considerada la primera arma de construcción masiva, la cual podemos utilizar para destruir el odio y el conflicto, y para propagar la paz y la democracia. Lo que pasó en Irán después de las últimas elecciones y el papel que jugó la red difundiendo información que de otro modo hubiera sido censurada, son solo los más nuevos ejemplos de cómo la Internet puede convertirse en un arma de esperanza global”.
¿Qué tan posible es?
Así para muchos la idea sea algo abstracta y así hoy exista el debate acerca de quién reclamaría el premio si Internet se lo ganara, la iniciativa ha ido ganando adeptos en todo el planeta y son cada vez más los ejemplos de diferentes países que parecen sumarse a los argumentos que describen a la red como una herramienta que posibilita y facilita la paz y el fortalecimiento de la democracia.
Ya son 20 las organizaciones que han recibido este premio en la historia; también ha habido sorpresas como el ganador del Nobel de Paz en 2009, el presidente estadounidense Barack Obama, que aún hoy es motivo de debate; por lo que cualquier cosa podría suceder.
De acuerdo con el profesor Veronesi, “Si la red se gana el Nobel, les demostraríamos dos cosas a futuros observadores: que hemos comprendido la importancia de la revolución global representada por Internet, y que estamos determinados a canalizar ese poder en la dirección correcta para sacarle el mayor provecho de acuerdo con los intereses de la humanidad”.
En la sociedad de la información la Internet puede convertirse en el próximo Premio Nobel de Paz como reconocimiento oficial a una herramienta única de comunicación y participación sin fronteras, tiempos ni distancias.
Todo empezó a finales del año pasado cuando la revista Wired Italia hizo público su proyecto “Internet for Peace”, cuyo objetivo es postular a Internet al Premio Nobel de Paz 2010 por considerar que la red es una herramienta de infinito valor para la construcción de un mundo más pacífico.
En el comunicado de prensa se explicó así: “Internet ha demostrado claramente que no es solamente una red de computadores conectados entre sí alrededor del mundo ni un espacio para páginas web con acceso para los usuarios, sino una preciosa y poderosa herramienta para la comunicación global, capaz de vencer los muros y las distancias impuestos por limitaciones políticas y militares. La idea básica es que, estando disponible para todos y transmitiendo mensajes de simpatía y humanidad, la Internet realmente es una gran herramienta para la democracia”.
Posteriormente, se emitió un segundo comunicado en el que se dio a conocer la página web que sería creada para difundir la iniciativa y para permitir que personas de todo el mundo se unieran a ella.
Evolución de la nominación
Como era de esperarse, la nominación de Internet al Premio Nobel de Paz fue recibida como una idea revolucionaria, aclamada por muchos y criticada por otros. Reconocidas personalidades apoyaron la iniciativa desde el primer momento como el diseñador de moda italiano Giorgio Armani, el científico y profesor Humberto Veronesi, y la activista y Nobel de Paz Shirin Ebadi.
Ebadi, quien fue la primera mujer iraní musulmana en recibir este premio, describió la postulación así: “La Internet también puede ser usada para encender la guerra y el terrorismo, tal como lo ha demostrado el proselitismo Talibán. La difusión de las noticias acerca de los disturbios en Teherán, sin embargo –que hicieron carrera a un ritmo de 220.000 Teweets por hora-, fue demasiado impresionante como para dejar alguna duda de que esto hubiera sido posible sin la Internet. No es una coincidencia que durante los primeros juicios contra los protestantes el Fiscal General haya acusado a Google, Facebook y Twitter de conspirar contra el establecimiento”.
Hoy, después de solo unos meses de publicada la propuesta, la página web de Internet for Peace ya cuenta con más de 5.800 personas de todo el mundo que se han sumado a la iniciativa y que quieren expresar su apoyo a la red como una herramienta de paz y de fortalecimiento de la democracia.
Y es que ya son muchos los ejemplos de los que puede estar orgullosa la Internet, o mejor las personas que se han unido a través de ella para participar y contribuir con la paz, entre las que no solo se cuentan los disturbios de las elecciones en Irán (durante las cuales se dio la llamada “Twitter Revolution”), sino también iniciativas democráticas como las elecciones presidenciales de Estados Unidos en las que el entonces candidato Barack Obama se acercó al pueblo y recibió sus opiniones a través de distintas aplicaciones de la red.
Como lo expresó Riccardo Luna, director de Wired Italia, “Tenemos que mirar la Internet como una enorme comunidad en la que hombres y mujeres de todo el mundo y con visiones religiosas muy diferentes pueden comunicarse y entenderse, difundiendo una nueva cultura centrada en la colaboración y en compartir el conocimiento, lo que rompe todas las barreras. Por esta razón, la Internet puede ser considerada la primera arma de construcción masiva, la cual podemos utilizar para destruir el odio y el conflicto, y para propagar la paz y la democracia. Lo que pasó en Irán después de las últimas elecciones y el papel que jugó la red difundiendo información que de otro modo hubiera sido censurada, son solo los más nuevos ejemplos de cómo la Internet puede convertirse en un arma de esperanza global”.
¿Qué tan posible es?
Así para muchos la idea sea algo abstracta y así hoy exista el debate acerca de quién reclamaría el premio si Internet se lo ganara, la iniciativa ha ido ganando adeptos en todo el planeta y son cada vez más los ejemplos de diferentes países que parecen sumarse a los argumentos que describen a la red como una herramienta que posibilita y facilita la paz y el fortalecimiento de la democracia.
Ya son 20 las organizaciones que han recibido este premio en la historia; también ha habido sorpresas como el ganador del Nobel de Paz en 2009, el presidente estadounidense Barack Obama, que aún hoy es motivo de debate; por lo que cualquier cosa podría suceder.
De acuerdo con el profesor Veronesi, “Si la red se gana el Nobel, les demostraríamos dos cosas a futuros observadores: que hemos comprendido la importancia de la revolución global representada por Internet, y que estamos determinados a canalizar ese poder en la dirección correcta para sacarle el mayor provecho de acuerdo con los intereses de la humanidad”.
En la sociedad de la información la Internet puede convertirse en el próximo Premio Nobel de Paz como reconocimiento oficial a una herramienta única de comunicación y participación sin fronteras, tiempos ni distancias.