La sensación permanente de tristeza, indisposición absoluta a volver al trabajo cada mañana y la pérdida de la creatividad en estrategias laborales son algunos de los síntomas del trastorno afectivo estacional (TAE). El clima puede llegar a afectar no sólo el estado de ánimo de la persona sino su productividad en la oficina, y con ello poner en peligro su puesto en la empresa.

Un empleado servil que siempre tiene un “sí, señor” para su jefe y un momento para enaltecer el ego de su superior parece ser el sueño de todo líder. O al menos eso se creía. Sin embargo, nuevos datos confirman que los grandes directivos no siempre quieren que estén de acuerdo con sus estrategias y opiniones.

Tener una mirada cautivadora, contar con una forma física saludable, poseer una buena sonrisa y vestir a la moda, son características que aportan seguridad a hombres y mujeres. Según una investigación reciente de la Universidad de Melbourne (Australia), además, los hombres con mejor aspecto físico ganan en general mucho más dinero que la media.

Aunque tenga la sensación de haber exprimido hasta la última gota de satisfacción en sus días libres por Navidad y Año Nuevo, la pereza por volver a la rutina laboral es inevitable. Según los expertos, el síndrome postvacacional es un cuadro asintomático parecido a la depresión por el que todos los trabajadores han pasado alguna vez. La mejor manera de combatirlo es pensar en los nuevos proyectos y generar cambios importantes en su rutina diaria.