La comunidad de físicos está revolucionada en Estados Unidos después de que el Congreso acordara una importante reducción de los fondos destinados a la investigación en física de partículas. La consecuencia más grave la registra Fermilab, el laboratorio que acoge al acelerador Tevatron que pretende reproducir las condiciones iniciales del Universo y localizar al escurridizo boson de Higgs, del que depende el modelo estándar de la física de partículas. La crisis se origina por la financiación de la guerra de Irak, que obliga a retirar fondos de otras partidas y destinarlas a defensa: el Pentágono aumenta en 2008 su partida un 45,2% respecto a la de 2001. Pero puede que sea un grave error de cálculo porque el protagonismo norteamericano en esta rama del conocimiento está amenazado por el LHC de Ginebra, que comienza sus actividades en verano y puede anticiparse a los objetivos de Fermilab. Para el conocimiento científico no es importante quién llega primero, sino descubrir nuevas evidencias, pero para la política científica de países y regiones, la opción norteamericana constituye una inesperada oportunidad para Europa… y una pésima noticia para la competitividad de Estados Unidos.
Seismo físicoEduardo Martínez
12/01/2008
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