Forbes comenta esta semana que a la lengua inglesa no le espera un buen futuro en el nuevo escenario del mundo. Señala que, si bien hoy su situación es inexpugnable en la economía, la ciencia o la política, la tendencia pesada es que actores emergentes, como China, India, Rusia o Brasil, aporten nuevos modos de comunicación (sus respectivas lenguas) en detrimento del inglés. El chino, hindi, el español y el portugués - posiblemente también ruso, malayo, persa y árabe - tienen la capacidad de extenderse a nivel mundial, señala la revista norteamericana. Las aspiraciones de algunas de estas lenguas son ya visibles: China se ha propuesto establecer 100 Institutos Confucio (una especie de Instituto Cervantes) por todo el mundo para difundir la lengua china: ya tiene 23 centros (el Cervantes 70) y aspira a que 100 millones de personas estén estudiando su lengua en diferentes países en el año 2010. Hay precedentes históricos de lenguas francas que en el pasado perdieron su hegemonía. Hoy la situación económica, que Ignacio Ramonet contempla como una expresión del declive norteamericano, aumenta la impresión, como dice Forbes, de que la época del inglés universal toca a su fin.
La decadencia del inglésEduardo Martínez
23/02/2008
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