Grupos gubernamentales y empresariales británicos se devanan los sesos para ver como amplían los vuelos en el Reino Unido, y aprovechar así más oportunidades comerciales.
En el aeropuerto de Heathrow, que es el mayor de Londres y que opera a una capacidad del 99% según el Dailymail online, se necesitan más pistas.
La solución que propone el consorcio Testrad, fundado por el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, es la siguiente: levantar un nuevo aeropuerto con seis pistas al este de Londres, en una isla artificial situada en mitad del río Támesis, concretamente en las costas de la Isla de Sheppey, a unos 74 kilómetros de la ciudad.
El proyecto tardaría siete años en desarrollarse y se calcula que tendrá un coste de unos 50 mil millones de euros.
Características
Bautizado como London Britannia Airport, este proyecto será presentado el próximo lunes en la Cámara de los Lores. Hace dos años, el arquitecto Norman Foster ya hizo un plan parecido, la “Isla de Boris”, un aeropuerto de cuatro pistas para el estuario del Támesis. Este plan también fue respaldado por Johnson, informaba la BBC en 2011.
Los miembros del consorcio de Testrad defienden el London Britannia Airport con el argumento de que reducirá la densidad del tráfico aéreo sobre zonas muy pobladas de Londres disminuyendo así el ruido que, en los últimos 40 años, “acosa a millones de personas de Londres y de sus alrededores”.
Además, señalan que el esquema de isla artificial eludiría los problemas del desarrollo de un aeropuerto basado en tierra, como el hecho de tener que eliminar casas o zonas verdes; de adquirir terrenos o demoler infraestructuras industriales.
Por otra parte, aunque supondría la necesidad de cerrar el aeropuerto de Heathrow, con la consecuente pérdida de miles de puestos de trabajo, generaría –calculan- unos 200.000 nuevos puestos, y ayudaría a la regeneración económica de Kent y Essex, al este de Londres.
Testrad describe asimismo que las terminales de check-in estarían vinculadas al aeropuerto por trenes de alta velocidad que viajarían por túneles y que al aeropuerto del estuario no podrían acceder los coches, ha publicado la BBC recientemente.
En el aeropuerto de Heathrow, que es el mayor de Londres y que opera a una capacidad del 99% según el Dailymail online, se necesitan más pistas.
La solución que propone el consorcio Testrad, fundado por el alcalde de la ciudad, Boris Johnson, es la siguiente: levantar un nuevo aeropuerto con seis pistas al este de Londres, en una isla artificial situada en mitad del río Támesis, concretamente en las costas de la Isla de Sheppey, a unos 74 kilómetros de la ciudad.
El proyecto tardaría siete años en desarrollarse y se calcula que tendrá un coste de unos 50 mil millones de euros.
Características
Bautizado como London Britannia Airport, este proyecto será presentado el próximo lunes en la Cámara de los Lores. Hace dos años, el arquitecto Norman Foster ya hizo un plan parecido, la “Isla de Boris”, un aeropuerto de cuatro pistas para el estuario del Támesis. Este plan también fue respaldado por Johnson, informaba la BBC en 2011.
Los miembros del consorcio de Testrad defienden el London Britannia Airport con el argumento de que reducirá la densidad del tráfico aéreo sobre zonas muy pobladas de Londres disminuyendo así el ruido que, en los últimos 40 años, “acosa a millones de personas de Londres y de sus alrededores”.
Además, señalan que el esquema de isla artificial eludiría los problemas del desarrollo de un aeropuerto basado en tierra, como el hecho de tener que eliminar casas o zonas verdes; de adquirir terrenos o demoler infraestructuras industriales.
Por otra parte, aunque supondría la necesidad de cerrar el aeropuerto de Heathrow, con la consecuente pérdida de miles de puestos de trabajo, generaría –calculan- unos 200.000 nuevos puestos, y ayudaría a la regeneración económica de Kent y Essex, al este de Londres.
Testrad describe asimismo que las terminales de check-in estarían vinculadas al aeropuerto por trenes de alta velocidad que viajarían por túneles y que al aeropuerto del estuario no podrían acceder los coches, ha publicado la BBC recientemente.
Pegas de los ecologistas
Los grupos ecologistas no están a favor de este proyecto. Organizaciones como Amigos de la Tierra, WWF y Greenpeace Reino Unido han rechazado la campaña, al igual que la Sociedad Real Para la Protección de las Aves (RSPB).
Todas ellas señalan que el consorcio Testrad no ha contemplado las cuestiones ambientales en su proyecto. Una de ellas muy importante es el hecho de que cientos de miles de aves utilicen cada año el estuario como parte de su ruta migratoria, actividad que podría quedar truncada por la circulación de los aviones.
Antecedente japonés
El London Britannia Airport seguiría la estela del aeropuerto internacional de Hong Kong inaugurado en junio de 1998 y llevado a cabo por Foster and Partners (firma de arquitectura fundada por Norman Foster).
Esta instalación que, junto al gran río artificial de Libia es uno de los dos proyectos de ingeniería más costosos de la historia, fue construida a partir de una pequeña isla, Chek Lap Kok, que fue devastada poco a poco, vertiendo sus residuos sobre el mar para ganar terreno y formar una isla artificial más grande. Tiene capacidad para trasladar hasta 35 millones de pasajeros al año.
Los grupos ecologistas no están a favor de este proyecto. Organizaciones como Amigos de la Tierra, WWF y Greenpeace Reino Unido han rechazado la campaña, al igual que la Sociedad Real Para la Protección de las Aves (RSPB).
Todas ellas señalan que el consorcio Testrad no ha contemplado las cuestiones ambientales en su proyecto. Una de ellas muy importante es el hecho de que cientos de miles de aves utilicen cada año el estuario como parte de su ruta migratoria, actividad que podría quedar truncada por la circulación de los aviones.
Antecedente japonés
El London Britannia Airport seguiría la estela del aeropuerto internacional de Hong Kong inaugurado en junio de 1998 y llevado a cabo por Foster and Partners (firma de arquitectura fundada por Norman Foster).
Esta instalación que, junto al gran río artificial de Libia es uno de los dos proyectos de ingeniería más costosos de la historia, fue construida a partir de una pequeña isla, Chek Lap Kok, que fue devastada poco a poco, vertiendo sus residuos sobre el mar para ganar terreno y formar una isla artificial más grande. Tiene capacidad para trasladar hasta 35 millones de pasajeros al año.