Imagine una cabina de avión en la que las ventanas han sido sustituidas por pantallas en las que se visualiza una selección de las vistas que hay alrededor del avión. Si usted no está sentado en un asiento de ventana, esa gran pantalla se convertirá en su ventana al mundo, así como en una fuente de entretenimiento. Además, la idea es complementar esto con una iluminación de cabina sutil, originada en paredes brillantes.
Estas son algunas de las propuestas para los aviones que plantea The Center for Process Innovation (CPI), un centro de innovación con base en el Reino Unido.
Las pantallas mencionadas, describe el CPI en su web, serían ultradelgadas, muy ligeras y muy flexibles, y se integrarían en el fuselaje del avión o en los respaldos de sus asientos, sin necesidad de antiestéticas y pesadas carcasas.
Dichas pantallas estarían fabricadas con la tecnología OLED (siglas en inglés de organic light-emitting diode, en español diodo orgánico de emisión de luz), un diodo que se basa en una capa electroluminiscente formada por una película de componentes orgánicos que reaccionan, a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por sí mismos.
Esta tecnología permitiría crear pantallas delgadas que podrían combinarse con el fuselaje y con otras superficies de las aeronaves. El fin de este concepto sería optimizar el espacio y reducir el peso de la aeronave, este último un problema constante en el diseño de los.
Según explica el CPI, el 80% del peso de los aviones comerciales se debe al propio avión y a su combustible pero, por cada 1% de reducción en dicho peso, se ahorra aproximadamente un 0,75% de combustible. Por tanto, si se ahora peso, se ahorra combustible y, con ello, emisiones de CO2 a la atmósfera y coste operativo.
Estas son algunas de las propuestas para los aviones que plantea The Center for Process Innovation (CPI), un centro de innovación con base en el Reino Unido.
Las pantallas mencionadas, describe el CPI en su web, serían ultradelgadas, muy ligeras y muy flexibles, y se integrarían en el fuselaje del avión o en los respaldos de sus asientos, sin necesidad de antiestéticas y pesadas carcasas.
Dichas pantallas estarían fabricadas con la tecnología OLED (siglas en inglés de organic light-emitting diode, en español diodo orgánico de emisión de luz), un diodo que se basa en una capa electroluminiscente formada por una película de componentes orgánicos que reaccionan, a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por sí mismos.
Esta tecnología permitiría crear pantallas delgadas que podrían combinarse con el fuselaje y con otras superficies de las aeronaves. El fin de este concepto sería optimizar el espacio y reducir el peso de la aeronave, este último un problema constante en el diseño de los.
Según explica el CPI, el 80% del peso de los aviones comerciales se debe al propio avión y a su combustible pero, por cada 1% de reducción en dicho peso, se ahorra aproximadamente un 0,75% de combustible. Por tanto, si se ahora peso, se ahorra combustible y, con ello, emisiones de CO2 a la atmósfera y coste operativo.
Luz del amanecer
CPI trabaja en la actualidad con varias compañías en el desarrollo de tecnologías OLED flexibles para la industria aeroespacial.
Estos paneles ligeros podrían servir tanto para desplegar imágenes como para iluminación. Así, cámaras de seguimiento internas podrían ser utilizados para proyectar imágenes en pantalla desde el punto de vista de cualquier pasajero. Estas imágenes se moverían en función de los movimientos de la cabeza del propio pasajero, para adaptarse a él.
De este modo, los usuarios colocados en cualquier asiento podrían seleccionar vistas de cualquier lado de la aeronave. No sería necesario reflejar el punto de vista real visto desde un asiento en particular, pues las cámaras podrían ser colocadas en las posiciones más aerodinámicamente eficiente de la aeronave.
¿Qué pasaría con la luz exterior, en vuelos de larga distancia en los que esta va cambiando? CPI planea en este sentido utilizar los paneles lumínicos para generar cambios en el color de la iluminación interior de los aviones asociados al amanecer y al anochecer, con el fin de ayudar a los pasajeros a adaptarse a las diferentes zonas horarias que transcurran durante los viajes.
El uso de los diodos orgánicos de emisión de luz como fuente de iluminación en interiores ha sido también planteado por la compañía británica LOMOX, que está desarrollando una tecnología que permitirá empapelar las casas con un papel que se ilumina “solo” y que, por tanto, acabaría con la necesidad de usar bombillas.
CPI trabaja en la actualidad con varias compañías en el desarrollo de tecnologías OLED flexibles para la industria aeroespacial.
Estos paneles ligeros podrían servir tanto para desplegar imágenes como para iluminación. Así, cámaras de seguimiento internas podrían ser utilizados para proyectar imágenes en pantalla desde el punto de vista de cualquier pasajero. Estas imágenes se moverían en función de los movimientos de la cabeza del propio pasajero, para adaptarse a él.
De este modo, los usuarios colocados en cualquier asiento podrían seleccionar vistas de cualquier lado de la aeronave. No sería necesario reflejar el punto de vista real visto desde un asiento en particular, pues las cámaras podrían ser colocadas en las posiciones más aerodinámicamente eficiente de la aeronave.
¿Qué pasaría con la luz exterior, en vuelos de larga distancia en los que esta va cambiando? CPI planea en este sentido utilizar los paneles lumínicos para generar cambios en el color de la iluminación interior de los aviones asociados al amanecer y al anochecer, con el fin de ayudar a los pasajeros a adaptarse a las diferentes zonas horarias que transcurran durante los viajes.
El uso de los diodos orgánicos de emisión de luz como fuente de iluminación en interiores ha sido también planteado por la compañía británica LOMOX, que está desarrollando una tecnología que permitirá empapelar las casas con un papel que se ilumina “solo” y que, por tanto, acabaría con la necesidad de usar bombillas.