Uno de los principales objetivos del proyecto europeo MOONWALK es recrear las condiciones físicas y las problemáticas que encontrarían un astronauta y un robot en Marte para realización de actividades extra-vehiculares que permitan encontrar restos de vida pasada o actual, explica el responsable científico en España del citado proyecto, Víctor Parro.
De hecho, del 15 al 30 de abril de este año se realizaron unos ensayos en Río Tinto (Huelva) debido a que las condiciones ambientales de la zona son idílicas para simular una exploración del planeta rojo.
Estos ensayos han puesto por primera vez a prueba el robot de exploración “YEMO” y el traje espacial para el ser humano “Gandolfi 2”. Lo que se pretende es que haya una perfecta complementación entre el robot y el ser humano para que puedan desarrollar tareas que no podrían hacer el uno sin el otro, añade Parro.
Encontrar restos de vida es un tema de inquietud humana, ya que el ser humano siempre se ha preguntado quién es, de dónde viene, a dónde va y si somos los únicos seres vivos de nuestro universo. Tal vez estemos demasiado acostumbrados a las películas hollywoodienses –como el clásico Mars Attacks! o el último taquillazo The Martian–, pero encontrar vida en otro planeta no implica necesariamente encontrar seres vivos tal y como nos los imaginamos, sino micro organismos que hacen posible que la vida, aunque no terrícola, sea o haya sido posible.
Víctor Parro comenta que los avances tecnológicos que podrán permitir en un futuro un viaje a Marte son cada vez mayores. No obstante, añade que el hombre todavía está lejos de poder realizar un viaje a Marte y que seguramente es un proyecto que se podrá llevar a cabo en 2050. El principal problema siempre es el mismo: la falta de implicación e intereses políticos hace que la financiación de proyectos científicos sea muy escasa, por lo que los avances no van todo lo rápido que se pretende.
A pesar de las problemáticas tecnológicas, que al fin y al cabo se resumen en problemáticas financieras, el equipo del proyecto MOONWALK, en marcha desde hace ya tres años, se mantiene expectante ante cualquier avance. Cualquier paso para la ciencia es, por muy pequeño que sea, un gran paso para la humanidad.
De hecho, del 15 al 30 de abril de este año se realizaron unos ensayos en Río Tinto (Huelva) debido a que las condiciones ambientales de la zona son idílicas para simular una exploración del planeta rojo.
Estos ensayos han puesto por primera vez a prueba el robot de exploración “YEMO” y el traje espacial para el ser humano “Gandolfi 2”. Lo que se pretende es que haya una perfecta complementación entre el robot y el ser humano para que puedan desarrollar tareas que no podrían hacer el uno sin el otro, añade Parro.
Encontrar restos de vida es un tema de inquietud humana, ya que el ser humano siempre se ha preguntado quién es, de dónde viene, a dónde va y si somos los únicos seres vivos de nuestro universo. Tal vez estemos demasiado acostumbrados a las películas hollywoodienses –como el clásico Mars Attacks! o el último taquillazo The Martian–, pero encontrar vida en otro planeta no implica necesariamente encontrar seres vivos tal y como nos los imaginamos, sino micro organismos que hacen posible que la vida, aunque no terrícola, sea o haya sido posible.
Víctor Parro comenta que los avances tecnológicos que podrán permitir en un futuro un viaje a Marte son cada vez mayores. No obstante, añade que el hombre todavía está lejos de poder realizar un viaje a Marte y que seguramente es un proyecto que se podrá llevar a cabo en 2050. El principal problema siempre es el mismo: la falta de implicación e intereses políticos hace que la financiación de proyectos científicos sea muy escasa, por lo que los avances no van todo lo rápido que se pretende.
A pesar de las problemáticas tecnológicas, que al fin y al cabo se resumen en problemáticas financieras, el equipo del proyecto MOONWALK, en marcha desde hace ya tres años, se mantiene expectante ante cualquier avance. Cualquier paso para la ciencia es, por muy pequeño que sea, un gran paso para la humanidad.
Perfil
Víctor Parro García es Doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, especializado en Microbiología molecular y ambiental. Actualmente es investigador titular del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), donde es responsable del Departamento de Evolución Molecular. Dirige proyectos relacionados con la biodiversidad, secuenciación de genomas bacterianos, el análisis de expresión genética en ambientes extremos, y el desarrollo de biosensores e instrumentación para exploración planetaria. Víctor Parro es el responsable del Centro de Astrobiología (CAB-CSIC) en MOONWALK.
Víctor Parro García es Doctor en Biología por la Universidad Autónoma de Madrid, especializado en Microbiología molecular y ambiental. Actualmente es investigador titular del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), donde es responsable del Departamento de Evolución Molecular. Dirige proyectos relacionados con la biodiversidad, secuenciación de genomas bacterianos, el análisis de expresión genética en ambientes extremos, y el desarrollo de biosensores e instrumentación para exploración planetaria. Víctor Parro es el responsable del Centro de Astrobiología (CAB-CSIC) en MOONWALK.