Varias universidades españolas, con la participación de investigadores británicos, finlandeses y holandeses, trabajan en el que aspira a convertirse en el mayor simulador del comportamiento humano de la historia, una herramienta que podría aplicarse para prevenir ciertas conductas. Para ello buscan hasta 10.000 voluntarios de diferentes países.
La técnica de seguimiento ocular se utiliza en neuromarketing para detectar los puntos de mayor interés de una imagen. Ahora, un nuevo software desarrollado en la Universidad de Brown (EEUU) convierte la webcam del ordenador en un rastreador del comportamiento ocular de los usuarios, para determinar en qué se fijan estos, y mejorar las páginas web a partir de esta información.
El Centro Australiano de Robótica lleva diez años trabajando en robots que facilitan las tareas agrícolas, y ahora también las ganaderas. Para ello han desarrollado un farmbot equipado con cámaras y sensores térmicos y de visión, que permitirá detectar cualquier cambio en la temperatura corporal o en los andares del animal para identificar si pudiera estar enfermo o lesionado.
Investigadores de la Universidad Técnica de Viena han desarrollado un algoritmo que procesa grandes cantidades de datos para generar mundos virtuales a partir de imágenes tomadas con el móvil. El software podría adaptarse a campos tan dispares como la arqueología, la arquitectura, la ingeniería o el entretenimiento.
Un estudio de la Universidad de Penn State (EEUU) ha comprobado la eficacia de combinar el uso de sistemas de información geográfica con drones para ayudar a controlar la caza furtiva de elefantes.
Investigadores de la Universidad de Purdue (EEUU) han desarrollado un prototipo que permitiría a las fuerzas del orden hacer uso de cámaras localizadas en lugares públicos como aparcamientos, campus universitarios, parques o autopistas para velar por la seguridad como apoyo a los circuitos cerrados de televisión.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte (EEUU) ha desarrollado una tecnología que automatiza el adiestramiento de perros de asistencia. El sistema cuenta con un arnés que se adapta al cuerpo del perro y registra sus posturas y lenguaje corporal. También con un algoritmo que genera un estímulo en forma de pitido y dispensa un premio, cuando los sensores del arnés detectan que el perro ha hecho caso.
¿Puede un algoritmo crear cuentos, sonetos y música de baile de calidad humana? Para responder a esta pregunta, el Dartmouth College (EEUU) ha organizado una competición que ha sido bautizada como el "Test de Turing de las artes creativas".
La preocupación por el medio ambiente ha llevado a un equipo de investigadores de la Universidad de Cornell (EEUU) a crear un nuevo ámbito de estudio, la sostenibilidad computacional, para abordar desafíos olvidados por la informática tradicional y desarrollar estrategias para ayudar a los ganaderos y agricultores de África a mejorar su forma de vida, salvar especies en peligro de extinción o explorar nuevas energías renovables.