Un equipo de científicos de Dinamarca ha resuelto, a través de juegos online, problemas de física cuántica de difícil solución, usando únicamente algoritmos. Aunque otros juegos ya habían demostrado su eficacia en la promoción de actividades científicas, hasta ahora no se habían aplicado a la física cuántica. El estudio ha demostrado que los jugadores tenían más éxito donde la optimización puramente numérica fallaba, complementando así el trabajo de la máquina.