La reproducción de música pop y rock mejora el rendimiento de los paneles solares en un 40%, según una nueva investigación de científicos británicos. Los tonos agudos causan vibraciones que impulsan la generación de energía en paneles solares que contienen nanovarillas de óxido de zinc. La música clásica, en cambio, no tiene esos beneficios.
Cuando los miembros de un coro cantan juntos sus corazones se coordinan y comienzan a latir al unísono. El ritmo cardiaco aumenta o disminuye simultáneamente siguiendo la música, revela un estudio realizado en Suecia. Una investigación anterior constató que los cerebros de los músicos también se sincronizan al interpretar piezas conjuntas.
Nuestros cerebros están diseñados para establecer conexiones entre la música y el color, en función de cómo nos hacen sentir las melodías, ha revelado una investigación de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley), Estados Unidos. El estudio se realizó con 100 personas de México y EEUU, y sus hallazgos podrían tener implicaciones para las terapias creativas, para la publicidad e incluso para los dispositivos reproductores de música.
Investigadores canadienses han definido las regiones cerebrales que se activan cuando escuchamos una pieza de música nueva, así como la interacción que se produce entre ellas. Esta actividad cerebral es tan clara que incluso permite predecir si compraremos o no un tema que hemos escuchado por primera vez. Por otra parte, un estudio realizado en Estados Unidos, ha revelado cómo se puede aprovechar el sueño para aprender a interpretar nuevas piezas musicales.
Un investigador de la Universidad de Texas A&M ha demostrado, tras 25 años de investigación, que los sonidos producidos por los violines Stradivarius y Guarnerius se parecen muchísimo a los producidos por una soprano. El descubrimiento podría cambiar la manera en que se pone precio a los violines, puesto que se podría tener en cuenta su "calidad vocal".
Aunque se suele pensar que el amor por la música y por la armonía musical es algo innato al ser humano, un estudio reciente sugiere que en realidad es fruto del aprendizaje. En la investigación, un programa de formación musical permitió a los participantes comenzar a valorar combinaciones de notas que, de otra manera, les habrían parecido disonantes.
Cuando los músicos ejecutan una pieza musical con otros músicos, la actividad de sus ondas cerebrales se sincroniza, ha demostrado un estudio realizado por investigadores del Instituto Max Planck de Alemania. Según los científicos, la coordinación musical haría emerger pequeñas redes en los cerebros y entre los cerebros, que posibilitarían la alineación temporal de acciones. Un fenómeno similar había sido detectado ya en 2010, en este caso durante la interacción social.
¿Qué fue primero, la música o el lenguaje? Desde la perspectiva del desarrollo, la música, afirman investigadores de la Universidad de Rice y de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos en un artículo que desafía las teorías preestablecidas a este respecto. Según ellos, la música está antes que el lenguaje en la cognición de los bebés, y el lenguaje surge a partir de ella.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Helsinki ha desarrollado un software que, a partir del registro por sensores de datos del sueño –como los estadios del sueño o la frecuencia cardiaca- genera música de manera automática. El sistema ha sido creado con el objetivo de percibir y experimentar datos procedentes de mediciones del sueño y ayudar a los usuarios a comprender y a analizar sus patrones de sueño, e incluso a mejorar su descanso.
Las canciones de las últimas décadas se parecen más unas a otras que antes, ha revelado un estudio del CSIC en el que se analizaron 464.411 canciones compuestas entre 1955 y 2000. La causa de esta homogeneización musical parece ser la fuerza de las modas y la “tendencia a engancharse a la corriente dominante”, afirman los investigadores.