Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Barcelona (ETSEIB), junto con otros científicos internacionales, han descubierto características únicas en los contactos que se dan entre superficies metálicas de materiales a escala nanométrica. El descubrimiento abre el camino a diversas aplicaciones, como la mejora de microrobots que liberen fármacos dentro del cuerpo.
Científicos estadounidenses han desarrollado un sistema que permite “ver” a través de las paredes. Se trata de una tecnología capaz de inferir la geometría de objetos ocultos a partir de mediciones del movimiento de los fotones (o partículas de la luz) que chocan con ellos. El avance podría tener importantes aplicaciones, por ejemplo para encontrar a personas atrapadas en edificios derrumbados o para determinar lo que sucede bajo la piel de cualquier paciente.
Un equipo de investigadores del Reino Unido ha descubierto que las estructuras de las capas atómicas del grafeno son prácticamente perfectas, incluso aunque se acumulen más de diez capas en la construcción de la pila. El hallazgo podría facilitar el desarrollo de una nueva generación de chips informáticos.
Investigadores del Caltech y de la Universidad de Harvard han desarrollado una medusa artificial que nada sola, imitando el movimiento de las medusas reales en su desplazamiento por el agua. El dispositivo, que supone un avance para la ingeniería bioinspirada, fue creado a partir de silicona y células musculares del corazón de ratas, que se organizaron siguiendo un patrón hasta conformar un músculo coherente.
Ingenieros del MIT, en Estados Unidos, han desarrollado un copiloto inteligente para los coches, un sistema semiautónomo destinado a aumentar la seguridad de la conducción. El sistema cuenta con un algoritmo que le permite interpretar las “señales” que registran la cámara y el telémetro láser que lleva incorporados. En caso de detectar un peligro, el copiloto inteligente reacciona para controlar el coche y dirige el vehículo hasta una zona segura.
Tras décadas de intentos fallidos, científicos del Reino Unido han conseguido preparar un compuesto de nitruro de uranio terminal, susceptible de convertirse en una alternativa viable a los actuales combustibles nucleares de óxidos mixtos, utilizados en los reactores. Estos materiales de nitruro de uranio superan las prestaciones de los combustibles nucleares en lo que a alta densidad, punto de fusión y conductividad térmica se refiere. Además, el proceso empleado en su fabricación es más limpio y se desarrolla a menor temperatura.
Siempre se ha evaluado el potencial riesgo de los terremotos a partir de características físicas de las ciudades, como el estado de sus infraestructuras. Ahora, científicos de la UPC proponen un método de análisis integral del peligro sísmico en ciudades que incluya factores como la tasa de delincuencia o el número de camas hospitalarias. De esta forma, se pretende definir de manera más ajustada el efecto en la sociedad de estos fenómenos naturales.
Un grupo de ingenieros e investigadores de Stanford University se ha decidido a dar una nueva vida a las baterías de níquel-hierro, una tecnología de baterías recargables desarrollada por Thomas Alva Edison hace más de un siglo. Los especialistas descubrieron que era posible optimizar esta vieja tecnología, agregando a su natural durabilidad una mayor velocidad de carga y descarga, que se ha logrado multiplicar en alrededor de 1.000 veces.
Ingenieros e investigadores de Rice University, en Estados Unidos, han creado una pintura a base de nanotubos de carbono que es capaz de detectar deformaciones y tensiones en construcciones y estructuras varias, pudiendo aplicarse para prevenir accidentes y fallas en edificios, puentes y aviones, por ejemplo. La información que aporta la pintura se obtiene sin tocar la estructura, y puede leerse mediante un espectrómetro infrarrojo portátil.