Investigadores canadienses han identificado los patrones específicos de la consciencia en el cerebro: el colapso de las interacciones entre la integración cerebral y la diversidad funcional señala que un paciente vegetativo no percibe el entorno.
El cerebro provoca un estado crítico en la actividad neuronal para maximizar el procesamiento de información. No solo sabe cómo encontrar el orden dentro del caos, sino también vivir en un frenesí sináptico permanente sin caer en una deriva patológica.
Muchas de las características más importantes de la vida siguen leyes universales, ha descubierto una investigación basada en Big Data. El metabolismo, la abundancia, el crecimiento y la mortalidad siguen relaciones coherentes con el tamaño del cuerpo.
Científicos norteamericanos han implantado recuerdos falsos en el cerebro de pájaros para que aprendan canciones sin necesidad de un tutor. Identificaron y manipularon con optogenética el circuito neuronal implicado en el aprendizaje vocal.
Un nuevo experimento ha comprobado que la superposición cuántica trasciende el mundo de las partículas elementales y puede manifestarse en moléculas de hasta 2.000 átomos que se comportan como los fotones, partículas sin masa.
El orgasmo de las mujeres es un regalo evolutivo feliz heredado de animales más antiguos que sólo ovulan durante la cópula. La naturaleza lo ha conservado seguramente para estimular las relaciones de pareja.
Los telómeros, de los que depende el envejecimiento celular, están sujetos a cambios que modifican la estructura cerebral: mientras más largos son en los cromosomas, más densidad de materia gris hay en el cerebro. Reflejan la edad biológica y la salud del organismo.
El olor de la cabeza de un recién nacido facilita la conexión con la madre: al nacer desprende un aroma personal diferente al del líquido amniótico que se diluye con los días y contribuye a la comunicación no verbal.
Científicos rusos han obtenido un antibiótico que carece de efectos tóxicos a partir de un polímero natural. Su potencia supera a los medicamentos estándar para combatir infecciones gastrointestinales o neumonías.
Ballenas y delfines perdieron 85 genes cuando mutaron de mamíferos terrestres a acuáticos hace 50 millones de años. Los genes desaparecieron cuando ya no eran necesarios para la vida en el agua y proporcionaron una ventaja evolutiva a estos cetáceos.