El calentamiento global está aumentando, de media, las tasas de descomposición de los suelos, y la emisión del dióxido de carbono que contienen. Ese efecto es mayor en las zonas no cultivadas, y que más cantidad de carbono acumulan -entre ellas las zonas boreales y árticas, que son las que más rápido se están calentando-, mientras que en las zonas cultivadas el efecto del calentamiento es el contrario, puesto que se reducen las emisiones.