Las personas con un estilo de vida satisfactorio tienen conexiones cerebrales parecidas entre sí, y las que lo tienen negativo, también. Así lo ha comprobado un estudio británico realizado con datos del Proyecto Conectoma Humano, que cartografía las conexiones cerebrales.
Un estudio realizado en EE.UU. demuestra que los virus comparten historia evolutiva con las células, y apoya la idea de que son seres vivos. Para ello, han analizado el genoma de más de 5.000 organismos, entre ellos 3.460 virus, y observaron qué estructuras de proteínas son comunes y cuáles no.
Un grupo de investigadores ha descubierto un grupo de genes que han evolucionado para ser más activos durante el desarrollo de la corteza cerebral humana. Determinaron que estos son los responsables de la proliferación neuronal, la migración y la organización del mapa cortical. El aumento de actividad en estos genes nos ha ido separando, evolutivamente, de nuestros antecesores y nos ha permitido adquirir unas potencialidades cerebrales asombrosas.
Científicos de Canadá han encontrado mecanismos neurobiológicos que explicarían que las mujeres reaccionen de forma más intensa que los hombres a imágenes negativas. Estos, en cambio, tienden más al análisis ante este tipo de imágenes, afirman los científicos. La causa de la diferencia estaría en zonas del cerebro relacionadas con el nivel de testosterona.
A veces parece que los niños han olvidado algo que se les acaba de enseñar, sobre todo si reciben información muy similar pero distinta. Sin embargo, un estudio realizado en EE.UU. ha comprobado que si se dejan unos días para que reposen lo aprendido, los niños demuestran que se habían enterado perfectamente.
Un estudio realizado en EE.UU. ha comprobado que cada persona suelta al aire al respirar un rastro de bacterias únicas, es decir, que puede saberse a quién pertenecen al analizarlas en sólo 4 horas. Los científicos la llaman 'huella de nube microbiana'. Al día soltamos millones de bacterias de nuestro microbioma.
Una famosa teoría evolutiva, la Trivers-Willard, señala que las madres sanas tienen más hijos que hijas, porque a igualdad de calidad genética, los varones pueden diseminar más sus genes que las hembras. Ahora, un estudio realizado con el borrego cimarrón canadiense ha demostrado que el porcentaje de hembras y de machos que tienen las madres depende de muchos factores, no sólo de la salud de la madre.
Científicos de varios centros estadounidenses, entre ellos la Universidad de Duke, han creado un 'árbol de la vida' de los 2,3 millones de especies conocidas, que describe las relaciones que ha habido entre ellas a lo largo de toda la evolución. Es sólo un primer paso, señalan, porque aún se ha digitalizado muy poco de lo que se sabe sobre las especies.
La vida en nuestro planeta pudo formarse de microbios procedentes de Marte, convertido en una vastedad desolada de color rojo al quedarse sin agua. La Tierra también dejará de ser algún día un planeta azul, a medida que el Sol aumente de tamaño. Puede, sin embargo, que la vida perdure debido a su enorme capacidad de adaptación.
Las bacterias y las arqueobacterias se transfieren electrones entre sí a distancia, para colaborar en la absorción de metano en el fondo del mar. Es la primera vez que se observa transferencia directa de electrones entre especies fuera del laboratorio.